La comunidad indígena en los departamentos del Cauca y del Caquetá, y en el resto del país, se mostró indignada luego del registro de dos hechos en los que se atentó contra la integridad física de mujeres indígenas en dos departamentos de Colombia.
El primer hecho ocurrió en el Cauca, donde fue asesinada y encontrada con signos de violación sexual, la joven indígena Misak de 15 años de edad, Julia Morales Velasco, cuyo cuerpo fuera encontrado el pasado 12 de Mayo en la vereda Ñimbe del reguardo indígena de Guambia municipio de Silvia. Investigación que está en proceso por las entidades competentes. Así lo denunciaron en comunicado público la directiva de la Institución Educativa Misak Mamá Manuela, donde cursaba décimo grado.
Por su parte, en el departamento de Caquetá, región de la Amazonía Colombiana, el pasado 11 de mayo hacia las 11:45 p.m. cuando las tres lideresas y docentes indígenas Inga Flora Macas, Waira Doris Jacanamijoy y Nelcy Mendez Jacanamijoy, se encontraban durmiendo a la par de los 93 menores que viven en calidad de internos en la Institución Educativa Yachaikury, ubicada en el resguardo de Yurayaco – San José de Fragua departamento de Caquetá, cinco hombres armados rodeando el colegio y casas de domicilio pidiendo que salieran las docentes”, así lo denuncian las docentes y la ONIC a través de la Consejería de DDHH y Paz, en acción urgente a los organismos competentes.
Al percatarse los escoltas de la Unidad Nacional de Protección – UNP, que hacen parte del esquema colectivo de las docentes e institución, “Uno de ellos al llegar a la escena responde con disparo, lo que hace que los hombres armados se retiren de la institución”.
“La presencia de estos sujetos armados constituyó un momento muy angustiante tanto para los menores como para nosotras que hemos recibido amenazas, con el atenuante que las casas son de madera y no contamos con buenas condiciones de seguridad en la institución, pese a las medidas colectivas de seguridad, no es suficiente; tememos por la suerte de nuestros 93 menores de 5 a 18 años, ante el recrudecimiento del conflicto armado y con ello el reclutamiento forzado”, manifestaron los afectados en un comunicado.
Otro hecho que se teme esté ligado fue “la tortura y asesinato, en noviembre del 2018, del líder Mario Jacanamejoy de la misma comunidad y asociación, quien desarrollaba actividades similares a las que realizan las tres compañeras amenazadas.
Este es el papel que cumple cada una de las lideresas que fueron afectadas en este suceso:
Flora Macas es lideresa y delegada Oficial de la CONTCEPI, perteneciente al pueblo indígena Inga, que al interior de la Asociación Tandachiridu Inganokuna ha acompañado los procesos políticos organizativos de su comunidad y los procesos organizativos indígenas en general, en el departamento del Caquetá.
Waira Doris Jacanamijoy Mutumbajoy es igualmente lideresa perteneciente al Pueblo Indígena Inga, quien a través de la Asociación Tandachiridu Inganokuna acompaña los procesos políticos organizativos de su comunidad.
Igualmente, es coordinadora del Área Cultura y Comunicaciones del plan de vida y Delegada Departamental ante el Consejo de Seguridad Social en salud, e Investigadora de las Artes contemporáneas Indígenas. Fundadora y dinamizadora de la Emisora Indígena IngaKuna Stereo.
Por último, Nelcy Mendez Jacanamijoy es lideresa perteneciente al Pueblo Indígena Inga y ocupa el cargo de coordinadora pedagógica y académica de la institución educativa referida, acompañando el proceso de convivencia diaria con los estudiantes. Igualmente, como investigadora, trabaja en proyectos de investigación con los estudiantes, lidera el tema de la medicina tradicional y el tema artístico indígena inga.
Así, estas mujeres Inga han venido direccionando el importante proceso educativo que al interior de una institución de carácter público y oficial pero en el marco de la autonomía, tiene como objetivo el fortalecimiento de la educación propia e intercultural y que favorece y atrae no solo a niños indígenas sino también mestizos. Lo anterior, implica necesariamente que estas acciones no solo van en contra de los liderazgos sino también de los procesos que las comunidades adelantan para su fortalecimiento y afectan la vida física y espiritual de las comunidades, quienes por el temor de los sucesos no pueden realizar sus actividades culturales diarias con normalidad.
Es así como la ONIC, a través de la Consejería Nacional de DDHH y Paz, elevó su rechazo y denunció estos hechos que atentan contra la integridad física y cultural de nuestras lideresas indígenas y comunidad estudiantil de la institución educativa de Yachaikury, ubicada en el resguardo de Yurayaco, del municipio de San José de Fragua, Caquetá; así como por el asesinato de la joven Misak de tan solo 15 años en Silvia Cauca.