Con el grupo G-7, el DAS perseguía organizaciones de DDHH y prensa opositora a expresidente Uribe

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En un nutrido informe investigativo publicado en el sitio www.derechos.org, por el Equipo Nizkor, un organismo de Derechos Humanos especializado, entre otras, en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, se revelan datos hasta ahora reservados sobre el accionar ilegal del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS.

El documento, denominado “Del Grupo Especial de Inteligencia 3 al G-7: El revelador memorando del detective 1949 sobre la persecución a la oposición en Colombia”, da cuenta del entramado que se habría tejido durante los ocho años de gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe para perseguir a quienes eran sus declarados opositores y también a los sospechosos de serlo.

Los datos allí dilucidados tienen como protagonista a un detective encubierto, de quien hasta ahora no se revela su identidad, quien habría descubrió nuevas evidencias que demostrarían que durante los dos periodos presidenciales de Álvaro Uribe (2002-2006 y 2006-2010), se adelantó una intensa persecución del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, contra las organizaciones de Derechos Humanos y los medios de comunicación opositores a Uribe.

En el mencionado documento se hace referencia al DETECTIVE 1949, quien en un informe asegura que la presidencia del ahora senador por el partido Centro Democrático se caracterizó por un “discurso amenazador y denigrante y de acciones coercitivas, detenciones masivas y más de 6 mil ejecuciones extrajudiciales de jóvenes presentados como guerrilleros muertos en combate”.

El detective 1949 admite, sin embargo, que todos los miembros del DAS, con alguna excepción, han negado que durante el gobierno Uribe ese organismo de inteligencia estuvo dedicado a realizar labores de inteligencia contra miembros de la oposición.

La investigación adelantada por el detective 1949 permitió conocer declaraciones en las que se afirma que el DAS espiaba y perseguía a periodistas, defensores de DDHH, abogados y opositores, principalmente a integrantes de organizaciones no gubernamentales de los cuales se sospechaba que tenían vínculos con grupos guerrilleros.

Para el DAS, supuestamente, la subversión creaba las condiciones necesarias para que las Organizaciones No Gubernamentales demandaran al Estado y ganaran los casos. Luego, los grupos guerrilleros recibían fondos de las demandas ganadas al Estado por parte de las ONG, teoría que nunca logró comprobarse.

Se aborda, asimismo, el caso de la periodista Claudia Julieta Duque, torturada por órdenes de altos funcionarios del DAS y en el que se han iniciado varios procesos, uno de ellos en contra del exsubdirector de ese organismo Emiro Rojas Granados y los exfuncionarios de Inteligencia y Contrainteligencia Néstor Pachón Bermúdez y William Merchán López.

Por el caso Duque, doce exmiembros del extinto organismo de inteligencia, entre directivos y detectives, ya fueron condenados. Este caso se ha convertido en “emblemático de la lucha contra la impunidad en ataques contra periodistas no sólo en su propio país sino en América Latina”, dice en uno de sus apartes el texto del Equipo Nizkor.

El memorando del detective 1949 podría abrir además una nueva e importante arista para la investigación judicial, pues menciona la creación de un grupo de tareas del que hasta ahora nadie sabía, denominado el G-7.

En este enlace tendrá acceso al documento completo:

http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/01g7.html