Miami, 9 febrero.- Las clásicas postales estadounidenses con las fotos de las ciudades y sus atracciones turísticas llegarán ahora al Congreso pero con imágenes de los tiroteos de Orlando, Las Vegas, Parkland… para alertar que la masacre continúa, que «hoy en Estados Unidos van a morir cien personas», dice a Efe Manuel Oliver, padre de una de las víctimas.
La campaña «Postales de la vergüenza» es una más en el camino como activista contra las armas que emprendió hace tres años junto a su esposa Patricia este venezolano-estadounidense, tras perder a su hijo Joaquín «Guac» Oliver en la masacre ocurrida en la secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida) en el Día de San Valentín de 2018.
«Es inconcebible que esto suceda en un país del primer mundo, es insólito que no hayamos podido solucionar esta pandemia que tiene tanto tiempo atacando», expresa Oliver.
A cinco días del tercer aniversario de la muerte de Joaquín y otras 16 personas a manos del exalumno Nikolas Cruz, que entró disparando indiscriminadamente con un fusil, Oliver dice que las «Shamecards» nada tienen que ver con la fecha.
Oliver, quien rechaza llamarlo aniversario, porque es una palabra con una connotación buena, explica que la vida les cambió para siempre y que el activismo continuará con una meta que sabe es a largo plazo: «Cambiar la ideología, la cultura de las armas» en Estados Unidos.
Con arte, esta pareja viene expresando a través de su fundación «Change the Ref», su dolor y metas, entre ellas la divulgación de las postales este jueves en el anfiteatro de un parque en Parkland, al norte de Miami, en un evento al que acudirán los congresistas demócratas Ted Deutch y Katherine Clark.
LAS PERTURBADORAS POSTALES
Las ciudades del país ahora son recordadas no por su turismo, parques públicos o arte y cultura, «sino por tiroteos masivos, un fenómeno profundamente perturbador», subraya la campaña.
Detalla que el país ha desarrollado una «reputación trágica y vergonzosa»: más de 41.000 personas murieron por violencia con armas de fuego sólo en 2020 y es «en gran parte gracias a nuestro gobierno, fuertemente bajo la influencia de la Asociación Nacional del Rifle (NRA)».
Oliver explica que a esta campaña un tanto «subversiva, radical», por lo explícito de los dibujos, se sumaron de forma espontánea 30 artistas de 25 países y donaron su trabajo, todos usando la tipografía y el estilo «vintage» de las tradicionales postales estadounidenses.
Se trata de 52 diseños con los trágicos eventos a través de los ojos de los artistas, acompañadas de un texto descriptivo.
«Las Vegas es conocida como la Ciudad de las Luces, pero la ciudad se oscureció la noche del 1 de octubre de 2017», dice la postal dedicada a esta capital de los casinos y donde ocurrió el tiroteo más sangriento en la historia reciente de EE.UU.
«Fue entonces cuando un hombre de 64 años abrió fuego contra una gran multitud que asistía a un festival de música. Disparó más de 1.000 rondas de munición desde el piso 32 de un hotel destacado. El tirador mató a 59 personas inocentes e hirió a otras 868», agrega.
Este jueves, los Oliver entregarán a los congresistas «aliados» Deutch y Clark las postales firmadas por el público presente y ellos las llevarán a cada uno de sus colegas en el Capitolio en Washington.
«No queremos ningún filtro», dice Oliver sobre ambos congresistas demócratas, que «conocen y respetan lo que nosotros estamos haciendo».
Oliver dice que se mantiene positivo en su lucha, más por el cambio «radical» de gobierno, del republicano Donald Trump al demócrata Joe Biden, al recordar que el Congreso se renovó muy poco en las pasadas elecciones.
«Siempre hay esperanza», subraya el activista al señalar que junto con su esposa se reunieron con el entonces candidato Biden, quien «se comprometió verbalmente con hacer lo imposible por combatir la violencia armada en su conjunto», incluyendo los grupos de presión.
LOS POLÍTICOS NO EXISTEN
Sin embargo, su dedicación a generar conciencia sobre los tiroteos masivos y reformar las leyes de armas es una misión personal.
«Por el lado nuestro hay que seguir haciéndolo como si los políticos no pudieran hacer nada, no voy a esperar que nadie haga esto por mí», dice.
«Patricia y yo vamos a hacer esto toda nuestra vida, no tenemos otro plan lamentablemente. Después de esta campaña vendrá otra y otra y otra», agrega.
«Más que un problema político es un problema ético y eso lo sabemos ambos bandos», enfatiza.
Reitera que «lo más difícil» es la cultura de las armas, gente que asocia la identidad del estadounidense con el individuo que tiene armas y que «ha malinterpretado y promovido» la idea de que de la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas, «es absolutamente necesaria y es un derecho que tenemos todos los americanos».
Sin embargo, añade, «la Segunda Enmienda no tiene ninguna relación con lo que le pasó a mi hijo Joaquín, no debería haber un derecho para que un criminal adquiera un arma de asalto y mate gente».
Oliver prefiere además hacer caso omiso de las teorías de la conspiración, de movimientos como QAnon y de congresistas como la republicana Marjorie Taylor Greene, que dijo que el tiroteo de Parkland no existió.
«Sabiendo lo que sucedió en Parkland y no pudiendo abrazar a mi hijo nunca más, yo me niego a caer en esta discusión, porque desvía el tema, desvirtúa la lucha», resalta.
«Parkland sucedió y no solamente sucedió, sino que hoy en los Estados Unidos van a morir cien personas», se lamenta.
Ivonne Malaver