El juez respaldó la investigación de la Fiscalía, en la que puso al descubierto los continuos ataques de celos de Cristóbal Burgos Echeverry que, en varias oportunidades, trascendieron a la violencia física y lo llevaron a convertirse en el homicida de su propia compañera sentimental, con quien tenía dos hijas menores de edad.
De acuerdo con los elementos recopilados por una fiscal de la Seccional Cundinamarca, el hombre presionaba a su pareja para que renunciara al trabajo que tenía y la cuestionaba permanentemente por relacionarse con otras personas; al punto, que un día la encerró en la casa y la golpeó, situación que puso fin a 10 años de convivencia y originó que la mujer presentara una denuncia por violencia intrafamiliar, el 23 de febrero de 2016.
La Fiscalía argumentó que Burgos Echeverry nunca dejó de presionar a la víctima y, siete días después de terminar la relación, la ubicó en la vereda Chiuruguaco Alto, en Tenjo (Cundinamarca), la tacó con arma blanca en distintas partes del cuerpo y le ocasionó la muerte.
El hombre, de 34 años de edad, fue capturado por la Policía y presentado ante juez de control de garantías el 3 de marzo de 2016.
Un juez de conocimiento acaba de condenar a Cristóbal Burgos Echeverry a 34 años de prisión (416 meses y 20 días) como responsable del delito de feminicidio agravado. En el fallo fue reprochado el comportamiento posesivo del hoy sentenciado, quien no soportaba que su compañera progresara y tuviera una vida social de mujer.
Burgos Echeverry deberá seguir recluido en la cárcel de Zipaquirá (Cundinamarca).