Madrid, 12 diciembre de 2024.- El indio Dommaraju Gukesh se proclamó este jueves en Singapur campeón del mundo de ajedrez, el más joven de la historia a sus 18 años, al ganar la decimocuarta partida al chino Ding Liren, defensor del título, y sumar los 7,5 puntos necesarios para sellar la victoria.
Los dos finalistas, por primera vez dos asiáticos, llegaron a la última partida empatados a 6,5 puntos, igualdad que Gukesh rompió jugando con las piezas negras.
El jugador indio obtuvo su tercera victoria de la final, después de las logradas en la tercera y en la undécima partida, ambas con blancas. Ding, de 32 años, ganó la primera (negras) y la duodécima (blancas) y el resto se resolvió con tablas.
Gukesh D. no acusó en la batalla final los errores de la víspera, cuando desperdició una ventaja clara y permitió que su rival igualase la contienda.
Fueron 58 movimientos a partir de la apertura empleada por Ding, Nf3, que el jugador de Chennai respondió con d5.
«La opción de apertura de Ding era esperada, pero Gukesh preparó variantes con las que nadie contaba», comentó en directo el presidente de la federación internacional, el ruso Arkady Dvorkovich.
El error del estratega chino en 55.Rf2 fue recibido con gritos de asombro en el pabellón, que ya anticipaba la victoria de Gukesh. El juego se prolongó unos movimientos más, pero todo estaba decidido.
Gukesh, jugador desde los siete años, es hijo de un otorrinolaringólogo y de una microbióloga. Ya fue campeón mundial sub-12, preludio de su gran porvenir en el deporte ciencia.
El pasado octubre entró por primera vez en el top-5 de la FIDE y dos meses más tarde se ha proclamado campeón mundial, el de menos edad. Gari Kasparov tenía 22 años cuando derrotó en 1985 a Anatoly Karpov en Moscú.
Los dos finalistas hicieron gala de una gran deportividad en sus declaraciones tras el desenlace y Gukesh llegó a afirmar que consideraba a Ding «el verdadero campeón mundial».
«»Todos sabemos que Ding lleva varios años siendo unos de los mejores jugadores de la historia. Para mí, él es el verdadero campeón mundial», dijo.
«Estoy viviendo un sueño», añadió con una tímida sonrisa.
Ding Liren, por su parte, se mostró resignado con la derrota y admitió que ser consciente de sus propios errores le dejó «en shock» durante buena parte de la partida.
«Creo que he jugado el mejor torneo del año. Podría haber terminado de otra forma, pero teniendo en cuenta la suerte que tuve ayer para sobrevivir, es justo perder finalmente. No tengo quejas», aseguró en la conferencia de prensa posterior al choque.
Ding ganó el año pasado la final al ruso Ian Nepomniachtchi por 2,5-1,5 en las partidas rápidas de desempate, después de igualar 7-7 en las catorce partidas clásicas.
EFE