“Resulta inevitable, que ante la evitable tragedia que es volver a convertirnos en espacio de confrontación violenta, debamos insistir en la inutilidad de las violencias en los campus”, dijo en un comunicado el Consejo Académico de la Universidad de Antioquia.
Añadió que “nos duele, como a todos los universitarios, volver a ver nuestra casa convertida en un teatro de operaciones, nos duele ver cómo cualquier vía de diálogo o de entendimiento se desmorona, nos duele ver los rostros de angustia, confusión, desconcierto, desazón, coraje e impotencia ante una situación que es contraria al espíritu universitario”.
Agregó el Consejo que “no queremos más tragedias de la violencia, la rechazamos, la Universidad debe ser un territorio de paz. A eso le hemos apostado, con ese derecho fundamental nos hemos comprometido. La construcción de paz es un imperativo para no legar a las generaciones futuras una universidad que siga convirtiéndose, cada tanto, en un lugar de confrontación violenta. Es lo que explica que el Consejo Académico no pueda compartir una orden permanente de incursión de la Fuerza Pública al campus”.
Los docentes hicieron un llamado al Alcalde de Medellín para que con urgencia dialogue con las comunidades de las instituciones de educación superior públicas, con la institucionalidad y los diferentes sectores involucrados, con el fin de construir de manera conjunta rutas que permitan alejar las violencias de los campus, garantizar el ejercicio del derecho a la protesta, la controversia razonada y el trámite constructivo de los conflictos.
“Aunque sabemos de las competencias del Alcalde como autoridad de policía, consideramos que las decisiones unilaterales que se están tomando sobre el ingreso de la fuerza pública, desconocen el necesario diálogo que se debe tener con nuestros estamentos y con las autoridades universitarias”, añadió el Consejo.
Hizo un llamado para no olvidar que “el pasado nos ha enseñado que el escalamiento del conflicto termina produciendo consecuencias negativas para la Universidad y sus integrantes. Por eso invitamos a la comunidad universitaria a persistir en la búsqueda de soluciones inteligentes y argumentadas”.
Y para quienes todavía prefieren las vías violentas como medio de defensa de la Universidad, les hizo un llamado: “desistan, porque generan riesgos y vulneran la razón de ser de la Universidad y lo que se espera y reconoce de ella”.
Finalmente, el Consejo Académico afirmó que se mantendrá alerta y se encuentra dispuesto para participar en los escenarios que sean necesarios para construir colectivamente un espacio público que posibilite la reflexión, el entendimiento, la sana crítica, la controversia argumentada y el escenario de paz que reclaman los universitarios y el país.