Jerusalén, 16 de abril de 2024.- Menos de 72 horas después del ataque en represalia de Irán contra Israel, en el que se lanzaron más de 300 misiles y cohetes sin causar muertos; todavía no queda claro cómo responderá el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ya afronta una guerra sin un final previsto en la Franja de Gaza.
«Israel actuará con inteligencia estratégica y responderá en el lugar, momento y de la manera que elija», dijo hoy el ministro del Gabinete de Guerra y ministro Benny Gantz, que no dudó en la necesidad de una respuesta.
«Irán es un problema global y regional, y además una amenaza para Israel. Por tanto, el mundo debería actuar militarmente en su contra e imponer sanciones», aseguró el ministro.
Sin embargo, según apuntan analistas, la respuesta israelí podría no ser un ataque directo contra Irán, sino contra algunos de sus aliados satélite en el Líbano, Siria, Irak o Yemen.
«El Estado de Israel seguirá actuando contra cualquier elemento que intente sembrar el terror en todo el Medio Oriente: los cielos están abiertos para los aviones de la fuerza aérea y nosotros saber golpear a quienes actúan contra nosotros», dijo por su parte el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en su cuenta de X.
«No será un campo de batalla»
El rey Abdalá II de Jordania aseguró este martes, antes estos temores, que su país «no será un campo de batalla» entre Israel e Irán, ya que cualquier ataque directo entre Israel e Irán tendrá que surcar necesariamente el espacio aéreo jordano o sirio.
«Jordania no será un campo de batalla para ninguna de las partes, y la protección de los jordanos está por encima de todo», dijo el monarca hachemí durante en una reunión con representantes de la provincia norteña de Mafraq, según un comunicado de la Corte Real jordana.
Estas declaraciones se producen después de que el Gobierno de Amán fuera criticado por parte de su población, del mundo árabe y medios y autoridades iraníes, por haber interceptado varios proyectiles lanzados por Irán contra Israel que sobrevolaron su espacio aéreo el pasado sábado.
Por su parte, la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, viajará esta noche a Israel para expresar la «plena solidaridad» de Alemania tras el ataque iraní, según informó en una rueda de prensa conjunta con su homólogo jordano, Ayman Safadi, en la que reiteró que lo importante ahora es poner freno a Irán «sin fomentar una nueva escalada».
Más de 33.800 muertos en Gaza
Mientras todas los ojos miran a Irán, el Ejército israelí recrudeció este martes su ofensiva en el norte y centro de la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 33.800 palestinos en una guerra que ha forzado el desplazamiento de más del 82 % de la población y la ha dejado al borde de la hambruna.
En nuevos ataques, al menos once personas fallecieron hoy, la mayoría niños, en un ataque con un dron israelí al campamento de refugiados de Al Maghazi, en la zona centro, dijo a EFE una fuente médica del hospital Mártires de al Aqsa, en Deir al Balah.
Otros ocho civiles fallecieron en un segundo bombardeo israelí en el centro de la ciudad de Gaza, que también causó heridos, y tres más murieron en un ataque contra el campamento de refugiados de Nuseirat, también en el centro, que tropas terrestres invadieron hace cinco días.
Mientras en la urbe de Beit Hanoun y el este de Jabalia, en el norte de Gaza, familias de palestinos fueron forzosamente desplazados, incluidos cientos que se refugiaban en un colegio, como parte de una operación militar con «excavadoras y tanques», según denunció Hamás y la agencia de noticias palestina Wafa.
«El ejército de ocupación estableció un centro de interrogatorios detrás de la escuela (Mahdiya Al Shawa) que alberga a cientos de personas desplazadas y exigió a todos que salieran a punta de pistola», denunció Hamás en un comunicado.
«Las mujeres fueron obligadas a quitarse el hijab y los hombres desnudados. Todas las familias de Beit Hanoun fueron obligadas a marcharse y varios jóvenes fueron arrestados», criticó.
EFE