Redacción Medioambiente, 4 de julio de 2025.- Entre marzo y mayo de 2025 Europa registró el caudal fluvial primaveral más bajo desde que comenzaron los registros en 1992 debido, principalmente, a las condiciones de sequía que afectaron a gran parte del norte del continente estos meses, según compartió este viernes el servicio europeo Copernicus.
De acuerdo con su informe, la primavera pasada presentó un contraste entre unas condiciones más secas de lo normal en gran parte del norte y oeste de Europa, mientras que en el sur continental y el noroeste de Rusia la situación fue más húmeda que el promedio.
Así, explicó que estas condiciones secas persistentes son las que han dado lugar al caudal fluvial primaveral más bajo en toda Europa desde que comenzaron los registros.
La señales más secas se registraron en regiones de Inglaterra y Escocia, la costa de Bélgica y los Países Bajos, las regiones del norte y sur de Alemania, el noroeste de Polonia, gran parte de Dinamarca y partes del sur de Noruega y Suecia, así como en una pequeña región de Francia.
El Servicio Meteorológico Alemán (DWD) informó de que la primavera fue para el país una de las tres más secas desde 1881.
Y, por su parte, la Oficina Meteorológica británica (Met Office) notificó a mediados de mayo, antes de que la llegada del tiempo húmedo bajara ligeramente la clasificación al sexto puesto, que el Reino Unido estaba experimentando su primavera más seca en más de 100 años.
«Estas condiciones secas afectaron considerablemente el caudal fluvial en todo el continente», consideró Copernicus.
Según los datos del Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus (CEMS, por sus siglas en inglés), que se remonta a 1992, el caudal fluvial de la primavera de 2025 fue inferior al promedio de 1992-2020 y muy inferior al promedio en el 77,4 % y el 55,6 % de la red fluvial europea, respectivamente.
Para Europa, en general, el caudal fluvial primaveral de 2025 se convirtió en el más bajo registrado para esta temporada.
Copernicus apuntó que estas condiciones dejan impactos negativos en la agricultura, la gestión del agua, la generación de energía hidroeléctrica, el transporte fluvial y los ecosistemas, entre otros sectores.
EFE