Seúl, 30 de mayo de 2025.- Corea del Norte anunció este viernes que ha acometido una renovación de su cúpula militar, entre ellos el director de la oficina de artillería y el de seguridad de las fuerzas armadas, tras el accidente del nuevo destructor norcoreano y en pleno recrudecimiento de la retórica belicista contra Estados Unidos.
La reforma militar se llevó a cabo durante una Comisión del Partido de los Trabajadores celebrada el miércoles, de acuerdo a la información facilitada hoy por la agencia estatal de noticias KCNA.
El encuentro estuvo presidido por el líder norcoreano, Kim Jong-un, y durante el mismo se nombraron a seis nuevos comandantes de unidad de cuerpo, al director de la Oficina de Artillería y al director de la Oficina de Seguridad, además de designarse el envío de varios comisarios políticos.
La comisión «llegó a una importante conclusión sobre el fortalecimiento de las capacidades de defensa nacional y la orientación y las tareas inmediatas para las actividades militares y políticas de las fuerzas armadas» norcoreanas, señaló dicho medio.
Durante la reunión, la octava de su categoría, «se discutieron y decidieron medidas militares para mantener firmemente la superioridad estratégica y táctica en todos los aspectos» y se aprobó un serie de nuevos proyectos en los campos de la ciencia y la industria de defensa, dijo KCNA sin entrar en detalles sobre ellos.
Esta renovación de la cúpula militar de Pionyang se produce poco después del accidente durante la botadura de un nuevo destructor del régimen, que zozobró parcialmente el pasado 21 de mayo durante dicha ceremonia en presencia de Kim, que calificó lo sucedido como «un acto criminal intolerable».
Varios altos funcionarios han sido detenidos en el marco de la investigación abierta sobre el incidente, entre ellos el subdirector del Departamento de la industria de municiones del partido.
Este tipo de reconocimiento público de fallos técnicos o administrativos por parte de Corea del Norte es inusual, dado que el régimen suele ocultar incidentes que puedan interpretarse como señales de debilidad o incompetencia, especialmente en sectores estratégicos como el militar.
Los cambios militares llegan también pocos días después de que Corea del Norte enviara su mensaje más beligerante hasta el momento hacia la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a la que ha acusado de querer impulsar un potencial escenario de guerra nuclear en el espacio con su «cúpula dorada».
Pionyang ha acusado a Washington de que el sistema antimisiles con interceptores espaciales que planea construir en los próximos años será «el detonante de la carrera armamentística nuclear y espacial mundial» y considera que la única forma de garantizar su seguridad es «mediante la simetría de un poder incomparable» capaz de hacer frente a los desafíos actuales y del futuro.
EFE