Es de nuestro sentir repudiar, condenar y exigir que se haga justicia por la muerte de los hermanos ecuatorianos Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, miembros del equipo periodístico del Diario El Comercio que fueron secuestrados y asesinados por disidencias de las Farc, al mando de Walter Patricio Arizala Vernaza, conocido como Guacho, de 27 años.
El periodista (Ortega), el fotógrafo (Rivas) y el conductor (Segarra) habían sido secuestrados el 26 de marzo pasado por un grupo armado ilegal en la frontera entre Ecuador y Colombia, mientras realizaban un trabajo periodístico en la zona de Mataje.
Aunque el ministro del Interior ecuatoriano, César Navas, aseguró que estaba negociando el rescate con las disidencias de las Farc, estos últimos los asesinaron, argumentando que en la zona se estaban adelantando operaciones ofensivas contra ese grupo armado, por lo que decidieron unánimemente sobre la vida del equipo periodístico y lo ultimaron a balazos.
Ese ataque vil y grosero viola los derechos a la vida y a la libertad de expresión, consagrados en nuestra Constitución. Asimismo, la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exige a los Estados prevenir e investigar estos hechos y sancionar a sus autores.
“El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión”, reza la Declaración.
La Agencia de Prensa Análisis Urbano y la Corporación para la Paz y el Desarrollo, Corpades rechazamos categóricamente el cobarde asesinato de los colegas periodistas, conscientes de que la vida es un derecho fundamental que es inviolable, como bien lo estipula la Constitución Política, y de que la consolidación y desarrollo de la democracia depende de la libertad de expresión y de, en últimas, de la existencia de los medios de comunicación.