San José, 27 de junio.- Las autoridades de Costa Rica contabilizaron este sábado la décima tercera muerte por COVID-19 en el país y registraron la cifra más elevada de personas internadas desde que comenzó la pandemia.
El ministro de Salud, Daniel Salas, detalló en la conferencia de prensa diaria sobre la pandemia, que la décima tercera víctima mortal es una mujer de 78 años, de nacionalidad costarricense, y que residía en la provincia Guanacaste (oeste).
La mujer murió en el hospital San Juan de Dios, situado en la capital San José, donde se encontraba internada en una unidad de cuidados intensivos desde el pasado 24 de junio.
La fallecida, además de la edad, presentaba otros factores de riesgo como hipertensión arterial y diabetes.
Hasta el momento Costa Rica contabiliza 13 muertes por COVID-19, de las que 4 corresponden a mujeres y 9 a hombres. La última muerte había ocurrido el pasado 10 de junio.
El ministro Salas hizo un llamado a la población a proteger a los adultos mayores, quienes son los que tienen más riesgo de morir a causa del virus.
Los datos oficiales indican que este sábado Costa Rica sumó 143 casos nuevos de COVID-19 para un total de 2.979 desde que se diagnosticara el primero en el país el pasado 6 de marzo.
Este sábado Costa Rica también registró la mayor cantidad de personas internadas en hospitales con 36, de las cuales cinco se ubican en unidades de cuidados intensivos.
El ministro Salas pidió a la población mantener las medidas sanitarias y preventivas para evitar una propagación masiva del virus que podría causar una saturación en los hospitales.
Del total de casos detectados en el país, 1.325 personas ya se recuperaron, 13 murieron y el resto permanecen con el virus activo.
Costa Rica comenzó este sábado la fase 3 de apertura de actividades económicas, la cual se lleva a cabo de manera diferenciada por distritos y cantones, dependiendo el nivel de alerta de cada uno y de riesgo de contagio.
Esta fase habilita a operar fines de semana a las tiendas, cines, teatros y museos, a un 50 % de su capacidad y con el uso obligatorio de mascarillas o caretas para los trabajadores que atienden clientes. Estos negocios ya operaban los días entre semana con la fase 2.
A partir de este sábado también pueden abrir las iglesias y los lugares de culto con límites de aforo, con distanciamiento entre personas y con el uso de mascarilla obligatorio para todos los asistentes.
Los usuarios de transporte público también deben usar a partir de este sábado la mascarilla de forma obligatoria.
Las autoridades han dicho que están trabajando para garantizar un equilibrio entre la protección de la salud y la vida humana, y la reactivación económica del país.
EFE