Maputo, 15 enero de 2025.- El nuevo presidente de Mozambique, Daniel Chapo, prometió este miércoles tras jurar el cargo que llevará a cabo reformas y priorizará la «estabilidad social y política», tras meses de fuertes protestas en el país por el presunto fraude en las elecciones del pasado 9 de octubre, cuya represión ha dejado ya 300 muertos.
«Escuchamos vuestras voces antes y durante las manifestaciones y seguiremos escuchándolas incluso cuando haya estabilidad. Quiero hablar con el corazón abierto de lo que está ocurriendo en nuestro país y de lo que pretendemos hacer juntos para resolver estos desafíos», afirmó Chapo tras ser investido como quinto presidente de Mozambique desde su independencia de Portugal en 1975.
Sin embargo, mientras la investidura tenía lugar con un fuerte despliegue de seguridad, la Policía trataba de dispersar con munición real a algunas decenas de personas que trataron de crear barricadas con neumáticos incendiados para protestar en los alrededores de la Plaza de la Independencia de Maputo, donde tuvo lugar la ceremonia.
En un discurso de más de 45 minutos, Chapo hizo numerosas y ambiciosas promesas tras jurar el cargo ante la presidenta del Consejo Constitucional, Lúcia Ribeiro, y después de recibir los conocidos como los «símbolos del poder» incluyendo, por ejemplo, la bandera nacional o la Constitución.
Entre otras promesas, el presidente se comprometió a luchar contra la corrupción y hacer frente a la «delincuencia organizada (…) reestructurar el sistema sanitario» y priorizar la educación.
Para ello, Chapo afirmó que reducirá el tamaño del Gobierno, haciendo desaparecer algunos ministerios y otros altos cargos, además de acabar con la figura de los viceministros.
«Este ejercicio supondrá un ahorro de unos 17.000 millones de meticais al año (casi 250 millones de euros). Este dinero se reorientará hacia lo que realmente importa: educación, sanidad, agricultura, agua, carreteras y energía, para mejorar la vida de nuestra gente», aseguró, al prometer también reformas constitucionales.
La investidura tuvo lugar después de que la décima legislatura del Parlamento mozambiqueño arrancara este lunes en una controvertida sesión marcada por el boicot de dos partidos de la oposición que no reconocen los resultados de los comicios (solo 213 de 250 diputados elegidos tomaron posesión).
Ese mismo día, además, empezó una huelga general convocada por el candidato presidencial opositor Venâncio Mondlane.
Mondlane es el principal impulsor de las protestas poselectorales contra el presunto fraude electoral que han sacudido al país desde octubre, cuya represión ha causado 300 muertos, según los últimos datos difundidos este martes por la ONG local Plataforma Electoral Decide.
El líder opositor concurrió a las elecciones de manera independiente pero con el apoyo inicial del Partido Popular Optimista para el Desarrollo de Mozambique (Podemos), si bien Mondlane ha acusado a la formación de violar su acuerdo electoral por aceptar que sus miembros tomaran posesión como diputados.
De acuerdo a los resultados anunciados el pasado 23 de diciembre por el Consejo Constitucional, Chapo obtuvo el 65,17 % de los votos, mientras Mondlane fue segundo con el 24,19 % de los sufragios.
Los resultados permiten mantenerse en el poder al Frelimo, que ha ocupado la Presidencia del país desde que consiguió la independencia.
EFE