Soldeu (Andorra), 21 abril.- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, consideró este miércoles que sería «útil y sincero» que los países iberoamericanos reconozcan el fracaso de la estrategia de Estados Unidos respecto a Venezuela, que ha contado con el respaldo de varias de las naciones de esta comunidad.
«Sería útil y sincero reconocer que el diseño estadounidense de intervención en Venezuela fracasó rotundamente y colocó a otros países que lo apoyaron en una situación política y jurídica insostenible», dijo Díaz-Canel en su intervención virtual ante la Cumbre Iberoamericana de Andorra.
El discurso por videoconferencia de Díaz-Canel marcó el regreso de un gobernante cubano a este foro después de dos décadas.
El presidente cubano, que esta semana fue nombrado también líder del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), pidió a los países iberoamericanos «respetar» al Gobierno del «presidente constitucional» Nicolás Maduro.
También planteó que «es injusto culpar al Gobierno venezolano de la situación económica y social» que atraviesa, de la cual culpó a Estados Unidos y «varios de sus aliados» por haber aplicado «crueles medidas unilaterales».
Venezuela, que en la era de Hugo Chávez se convirtió en el sostén económico de Cuba, es hoy su principal aliado político en la región.
Una de las polémicas de la XXVII Cumbre Iberoamericana, que se celebra de manera semipresencial a causa de la pandemia, fue la designación de Nicolás Maduro como representante de Venezuela en lugar del líder opositor Juan Guaidó, al que varios países reconocen como presidente encargado.
Finalmente Maduro rechazó participar y delegó la responsabilidad en su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
La Cumbre de este año tiene como lema «Innovación para el desarrollo sostenible: objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus» para centrar la deliberación y los acuerdos en la crisis global derivada de la coyuntura sanitaria.
En esta línea, Díaz-Canel resaltó los cinco candidatos vacunales contra la covid-19 que desarrolla Cuba, de los cuales dos se encuentran en última fase de pruebas y podrían convertirse en las primeras vacunas contra el coronavirus desarrolladas en Iberoamérica.
Cuba, que ha apostado todo a las vacunas propias, no ha importado dosis ni participa en el mecanismo Covax y espera inmunizar a toda su población este año, aunque todavía no ha comenzado a hacerlo.
El mandatario cubano mencionó la industria farmacéutica y biotecnológica de alto nivel con la que cuenta su país, así como su sistema de salud público y gratuito, lo que le ha permitido «enfrentar la pandemia bajo el bloqueo», en referencia al embargo financiero y comercial de EE.UU.
Sobre este asunto, denunció el «brutal» recrudecimiento de las sanciones de Washington durante la pandemia y la campaña de descrédito contra las brigadas de médicos cubanos que se han desplazado a 40 países para ayudar a enfrentar la crisis sanitaria.
Estados Unidos «financió y apoyó peligrosos actos de violencia y desacato a la ley para promover inestabilidad social y política en nuestro país», deploró Díaz-Canel, y agregó que «el pueblo cubano ha respondido redoblando su proverbial resistencia a golpe de creatividad».
También hizo un llamamiento a la abolición de la deuda externa de los países en desarrollo, que según él está «pagada ya mil veces» y reclamó más «transferencias financieras y de tecnología de los países desarrollados» a los que poseen menos recursos para garantizar el «desarrollo sostenible» de los últimos.