Montevideo, 5 de noviembre de 2021.- Considerada tradicionalmente como «algo secundario», la cultura es hoy «fuente de economía» y contribuye entre un 2 y un 4 % al PIB de Iberoamérica, como explica a Efe el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), el español Mariano Jabonero.
En una entrevista en Uruguay, con motivo del festejo de los 15 años de la firma de la Carta Cultural Iberoamericana, Jabonero deja clara la idea de que «la cultura contribuye al empleo» y que hay países, como España, en los que el sector cultural tiene un peso en el PIB (producto interior bruto) mayor que otros «que se creen muy importantes».
«Esa valoración de la cultura como factor de empleo y en la economía está motivando a los gobiernos de la región fuertemente. El incremento de la inversión poco a poco se va produciendo», comenta el secretario general de la OEI, quien agrega que, además, «la cultura es un aporte a la economía limpia y genera bienestar, salud».
LA AGENDA 2030
La Carta Cultural Iberoamericana, el documento de mayor rango político y jurídico en materia cultural en la región, fue firmada durante la XVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Montevideo en 2006.
En su décimo aniversario (2016), fue actualizada para introducir la visión de género de la que carecía originalmente y la conmemoración de estos tres lustros de existencia incluye la celebración hasta este viernes de un Congreso de Cultura Iberoamericana que no pretende ser, dice, «un hecho aislado», sino el motor de «una agenda de desarrollo».
Para este licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, elegido en 2018 como secretario general de la OEI -de la que fue director general entre 2003 y 2010-, pese a que la cultura no fue incluida como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Agenda 2030, esta «permea todos los demás elementos».
Y, en ese sentido, la OEI trabaja sobre tres ejes: uno, el ya mencionado del «impacto» de la cultura en la economía de la región; en segundo lugar, la cuestión ética de la propiedad intelectual en la cultura digital, porque, asevera, esta «no es materia de atropello, de expolio»; y, por último, tan de actualidad, «cultura y crisis».
CULTURA Y PANDEMIA
Jabonero afirma que «la pandemia ha tenido un efecto demoledor en el ámbito cultural», ya que, como expresó recientemente en algún otro foro, «lo primero que cerró fue la cultura y lo último que abrirá será la cultura».
En su opinión, pese a que, según el último informe elaborado junto a la Cepal, indicaba que entre el 1,8 y el 2,5 % del empleo de la región se concentraba en el sector cultural, la reacción de los gobiernos de la región para ayudar al sector cultural «ha sido un poco más tardía» frente a las «respuestas rápidas» que se dieron en educación.
«Muchos países de la región, por citar algunos, Argentina, Brasil, España, han empezado a crear sistemas de estímulos, de incentivos, para compensar el efecto de la pandemia de una forma u otra: inyección económica al sector, descuentos fiscales… pero es una pauta que se ha generalizado en la región, quizá más tardío que otros sectores», indica.
Frente al perjuicio generado en la cultura por la imposibilidad de «demanda presencial» durante los 20 meses de pandemia, Jabonero opone el «incremento de producción y consumo» de cultura digital, música y literatura debido a su «efecto benéfico sobre el bienestar emocional».
«La cultura cura», resume.
POTENCIAL DE IBEROAMÉRICA
Para Jabonero, Iberoamérica es «una región con una grandísima diversidad cultural», algo así como «un tejido compuesto por muchos hilos diferentes», cuya cultura forma parte del «ser iberoamericano».
«Quizá en algún momento hemos sido un poco esnobistas pensando que todo lo de fuera era mejor, quizá no valorar lo propio, y eso en los últimos 20-30 años ha ido corrigiéndose de una forma u otra», explica antes de detallar películas reconocidas internacionalmente, escritores que han alcanzado talla mundial o países, que como Uruguay o República Dominicana, se han convertido «en platós» para filmar.
Asevera que naciones como México o Cuba son referentes mundiales en producción de cine y que Colombia tiene en la música «casi una herramienta de diplomacia», pero no quiere hablar mal de quienes no han hecho ‘las tareas’ en la promoción cultural, porque, especifica, hay que considerar «las trayectorias históricas distintas» en la región, puesto que, concluye, «sin libertad no hay cultura».
EFE