Tegucigalpa, 6 noviembre.- Centenares de damnificados que dejó la depresión tropical Eta siguen esperando ser rescatados en varias regiones del departamento de Cortés, en el norte del país, mientras otros continúan saliendo a pie, algunos con sus hijos en brazos y otros con pocas pertenencias que pudieron sacar.
Algunos de los damnificados esperan desde hace dos días en los techos de sus casas y otro tipo de construcciones como una empacadora de banano en la finca Copén, cercana al municipio de La Lima.
En algunas de las regiones bajas del sector, muchas personas caminan con el agua a la altura de las rodillas.
Una de las zonas con más damnificados y a la que ha sido difícil acceder por la altura y la fuerte presión del agua por sus cercanías con los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, es Ciudad Planeta, jurisdicción del Municipio de La Lima, donde el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales, es uno de los sitios inundados y permanece cerrado.
Los cuatro aeropuertos internacionales que tiene Honduras, en la isla de Roatán y La Ceiba, en el Caribe, incluido el Toncontín, de Tegucigalpa, fueron cerrados por las lluvias que causó Eta, pero han abierto este viernes.
El cierre del Toncontín fue parcial, porque en Tegucigalpa los efectos de Eta fueron de menor intensidad.
Niños, mujeres (algunas embarazadas) y hombres de todas las edades caminan con el dolor reflejado en su rostro y algunos llorando por el daño que les ha dejado Eta.
FAMILIARES DE DAMNIFICADOS CLAMAN POR RESCATE
Algunas personas llevan puesta mascarilla para evitar contagiarse del coronavirus SARS-CoV-2, que mantiene en emergencia al país desde marzo, cuando se comenzó a expandir la pandemia.
Aunque el nivel del agua sigue descendiendo, hay partes bajas en las que sigue siendo alto.
Familiares de damnificados atrapados en comunidades del sector de La Lima llaman a emisoras de radio y televisión clamando por ayuda para que sean rescatados.
Las brigadas de socorro de instituciones públicas, privadas y personas particulares siguen ayudando a rescatar damnificados.
«Hay mucha gente atrapada todavía y se trabaja para sacarla lo más rápido posible», dijo el titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Max González, en el sector de La Lima.
Agregó que unas 36 lanchas están participando en las operaciones de rescate y que se espera que lleguen otras desde el sector del Lago de Yojoa, al sur del departamento de Cortés.
Además, están participando unos seis helicópteros y camiones de las Fuerzas Armadas, según el alto funcionario, quien además indicó que hay muchas personas que no quieren dejar sus casas.
En algunas zonas hay vehículos particulares que están cubiertos por el agua estancada.
En otros departamentos hondureños hay regiones incomunicadas por la destrucción de carreteras, puentes y derrumbes que dejó Eta, que el martes entró a Centroamérica por Nicaragua convertido en huracán categoría 4 de la escala Saffir-Simpson.
En Nicaragua el fenómeno pasó a ser tormenta tropical y siguió su curso hacia el oriente de Honduras hasta salir como depresión el jueves por la noche por el oeste del Caribe hondureño, dejando mucha destrucción y al menos una veintena de muertos, según cifras extraoficiales, mientras que la Copeco registra once.
Según la información preliminar de la Copeco, en el país hay al menos 63 comunidades incomunicadas, más de un millón de personas afectadas y más de 1.500 albergadas.
Hasta ahora se desconoce la magnitud de los daños materiales y económicos que Eta dejó a la estructura y economía de Honduras, un empobrecido de casi 9,5 millones de habitantes que, además, es uno de los más vulnerables del mundo.