De exitosa, califica Eln la liberación de la tripulación del helicóptero de Arauca

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En un comunicado publicado este domingo 3 de febrero en el portal eln-voces.com, el Ejército de Liberación Nacional calificó como exitoso el procedimiento de liberación de los tres tripulantes de un helicóptero que fueron secuestrados en Hacarí, municipio del Norte de Santander, el pasado viernes 11 de enero.

Julio Díaz Guiza, Maxwell Joya García y Carlos William Quiceno Ramírez fueron entregados por hombres del Eln a una delegación conformada por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en un lugar de la región del Catatumbo.

“Producto de nuestras acciones como lo revelamos días atrás, el pasado 11 de enero, unidades guerrilleras del Frente de Guerra Nororiental, neutralizaron un helicóptero transportador de valores en jurisdicción del municipio de Hacarí, Norte de Santander, reteniendo a su tripulación integrada por el Capitán Julio Díaz, Carlos Quiceno y Maxwell Joya, a quienes el día de hoy dejamos en libertad, cumpliendo con el compromiso público hecho a sus familiares, en el Comunicado del pasado 16 de enero”, se puede leer en el escrito.

Los subversivos agregan en el texto que a los retenidos se les brindó un trato digno y respetuoso, “propio de la política del Ejército de Liberación Nacional”.

En el comunicado, el Eln destaca que “la guerra decretada por Iván Duque” sigue teniendo su escenario en el Catatumbo colombiano. “Cada vez que el presidente hace alusión para esta región, es para sentenciar a las resistencias que se oponen a la política de saqueo, represión y violencia oficializada por el Gobierno, para poner el territorio y sus recursos al servicio de las corporaciones trasnacionales”, dice la guerrilla.

Para el Eln, el Catatumbo es una región que siempre ha construido, trabajado y luchado por la paz y que sin embargo los gobernantes de turno le decretan la guerra, “expresada hoy en el incremento de la violencia estatal, la creciente violación de derechos humanos, asesinato de dirigentes, plan de exterminio del movimiento social y su dirigencia; de igual manera la amenaza de erradicación forzada de cultivos de uso ilícito, sin alternativa viable para los campesinos; y los recientes anuncios de la incursión de empresas carboníferas a saquear el recurso mineral de la zona de frontera”.

Argumentan que en su lucha y compromiso por la defensa del territorio y los intereses del pueblo, “mantienen su accionar militar permanente contra el Ejército y la infraestructura trasnacional, logrando afectar la economía de la oligarquía y acertando varios golpes contra el Ejército invasor y a las bandas paramilitares”.

Finaliza el documento, firmado en las montañas del nororiente colombiano por el comandante en jefe Manuel Pérez Martínez, del frente de guerra Nororiental del Eln, afirmando que el grupo guerrillero ratifica su voluntad de buscar caminos de solución política, “que conduzcan al país hacia un futuro de cambios y transformaciones. A un territorio que clama por la paz con justicia social, el Gobierno Nacional le declara la guerra. Al recrudecimiento de la guerra anunciada por Iván Duque, el ELN responde con su accionar político y militar”.