Lisboa, 16 feb – Varias decenas de personas se concentraron este viernes frente a la Embajada de Rusia en Lisboa para homenajear al líder opositor Alexéi Navalni y manifestar que no cejarán en su oposición al presidente ruso, Vladímir Putin.
Los participantes improvisaron un altar en memoria de Navalni a unos 300 metros de la Embajada de Rusia, junto a unas vallas colocadas por la Policía para que no se acercasen más.
Allí depositaron flores, velas, globos y mensajes para Navalni, así como fotos del opositor fallecido y carteles que apuntaban directamente al presidente ruso como responsable de su muerte.
«Putin es el asesino», aseguraba un cartel colocado en medio del altar, rodeado por asistentes sobre todo de nacionalidad rusa.
Varios manifestantes también señalaron que seguirán con su oposición a Putin, con carteles como «Alexéi, no nos rendiremos».
«He escuchado a muchos decir que con Navalni ha muerto la esperanza. No creo que los rusos debamos pensar así sobre su muerte, creo que debemos continuar haciendo lo que intentamos hacer y que su muerte no sea en vano», dijo a EFE Ekaterina, una joven rusa presente en la concentración.
Ekaterina refirió que los últimos dos años fueron «muy duros» debido a la guerra y que hoy, por primera vez, se sintió no sólo «triste» y «preocupada» sino también «enfadada».
La mayor parte de los asistentes eran rusos, aunque también hubo participantes de otras nacionalidades, entre ellos portugueses.
«No podíamos quedarnos en casa y al menos teníamos que mostrar respeto por esta persona porque es un verdadero héroe», manifestó.
En la concentración también hubo personas de otras nacionalidades, como el portugués Pedro, que aseguró estar en «shock» por la muerte de Navalni y consideró que la comunidad internacional debería aumentar las sanciones a Rusia.
«Tienen que saber que sus acciones tienen consecuencias», pidió.
El líder opositor ruso murió este viernes de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia.
Navalni, que regresó a su país natal en 2021 tras ser envenenado el año anterior, según sus aliados, por el Servicio Federal de Seguridad, cumplía casi 30 años de cárcel por diversos delitos.
EFE