Cartagena (Colombia), 22 mar – Las autoridades colombianas empezaron a demoler este viernes el inconcluso edificio residencial Aquarela, ubicado en cercanías del Castillo de San Felipe de Barajas, una de las joyas históricas de Cartagena de Indias.
«Desde este viernes inician las tareas con el personal y la maquinaria que se encargará de demolerlo, piso a piso, en seis meses», expresó en un comunicado el Ministerio de Culturas sobre la demolición, ordenada por un juez que consideró que la construcción del edificio amenaza los derechos colectivos del patrimonio público y cultural de la nación.
La construcción del proyecto habitacional Aquarela, de cinco torres de 32 pisos cada una, comenzó en cercanías del Castillo de San Felipe de Barajas pero las obras están suspendidas por las acciones legales que tomó el Ministerio de Cultura en 2017, que alegó entonces que se violaron las normas de protección del patrimonio.
Sin embargo, la primera torre ya estaba en construcción y es visible a uno de los costados de esa fortaleza, considerada una de las obras de ingeniería militar más importantes del período colonial en Latinoamérica.
Incluso la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) pidió al Gobierno demoler el edificio porque considera que pone en riesgo las murallas de Cartagena, declaradas Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1984.
El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, encargó la demolición del Aquarela a la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar (Edurbe), cuya gerente, Fanny Guerrero, explicó el mes pasado que «más que una demolición se trata de proteger el patrimonio de la ciudad».
Edurbe informó que la demolición estará a cargo de la firma Demoliciones Atila Implosión y tendrá un costo de unos 2,8 millones de dólares debido a la complejidad de la obra, ya que se ordenó un método que garantice «la gestión eficiente de los escombros y la seguridad de la obra y los trabajadores».
EFE