En un comunicado, el Partido Comunista Colombiano denunció las amenazas de muerte que fueron proferidas contra el antropólogo Jaime Caycedo, integrante de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad. La temeraria advertencia habría sido autoría del auto denominado grupo ilegal de origen paramilitar Águilas Negras.
Este es el escrito:
“Partido Comunista Colombiano, Comité Central. Freno al genocidio: basta de amenazas de muerte”.
“Las fuerzas oscuras que conspiran contra la paz, alientan el odio, planean y financian los asesinatos de activistas y dirigentes populares vuelven a expresarse ante la actitud contemplativa del gobierno nacional”.
“En un volante atribuido a las denominadas Águilas Negras, bloque capital d c (sic) se amenaza al Antropólogo Jaime Caycedo, integrante de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, CNGS y Secretario del Partido Comunista Colombiano, junto a destacados dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, de su Comité Ejecutivo y de la dirección departamental de Bolívar. Con un característico lenguaje delincuencial, este libelo se publica al día siguiente de la contribución del Partido Comunista ante la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad CEV”.
“Se repite, ahora como amenaza personal, lo que bajo forma de agresión directa ocurrió el 11 de octubre de 2019, cuando fue atacada la sede del PCC tras las denuncias de la organización por el genocidio continuado y la persecución política, presentadas a la Juridicción Especial de Paz JEP (septiembre 27 de 2019)”.
“Detrás del nombre de Águilas Negras se escudan las mafias paramilitares que cuentan con la complicidad de estructuras del Estado y disfrutan de total impunidad por parte de la Fiscalía y los organismos encargados de investigarlas”.
“Tiene especial gravedad el creciente volumen de amenazas y el ritmo ascendente de crímenes que enlutan a la sociedad y que las autoridades se obstinan en atribuir a priori a organizaciones armadas, sin investigación seria ni concluyente. Preocupan los actuales señalamientos a dirigentes de la CUT, de Fecode y el sesgo insistente de la satanización anticomunista”.
“Hacemos un llamado a la opinión nacional e internacional, a todas las fuerzas democráticas del país, a los sectores conscientes en el seno del propio Estado, a desenmascarar estos procedimientos. En Colombia debe cesar de inmediato la persecución política, los señalamientos y amenazas contra el movimiento popular”.