La Habana, 18 enero.- Los nuevos casos del coronavirus SARS-CoV-2 notificados en Cuba disminuyeron este lunes hasta los 292, tras una semana con varios récord en la que se llegaron a alcanzar los 650 positivos diarios.
El país enfrenta la situación epidemiológica más compleja desde el comienzo de la pandemia, una tercera ola iniciada entre noviembre y diciembre y que las autoridades achacan a la reapertura de los aeropuertos, el incumplimiento de los protocolos de aislamiento para viajeros y las celebraciones de fin de año.
Cuba acumula hasta la fecha 18.443 casos y 173 fallecimientos, tres de ellos en las últimas horas.
De los nuevos positivos de la última jornada, 274 son autóctonos y los restantes 18, importados (once procedentes de Estados Unidos y los restantes de Alemania, Canadá, España, Rusia, México y Jamaica), según el parte diario del Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap).
En este momento se encuentran ingresadas en los hospitales cubanos 9.640 personas: 4.439 casos activos -de ellos 11 están reportados en estado crítico y 35 graves-, 4.300 con síntomas sospechosos y 901 en vigilancia epidemiológica.
El mayor número de infecciones corresponde a Guantánamo, con 103 en esta jornada. La provincia oriental batió ayer un récord con 206 nuevos contagios y presenta una tasa de incidencia de 137,2 por cada 100.000 habitantes, la más elevada de la isla.
El oriente cubano mantuvo el coronavirus controlado durante varios meses y llegó a registrar largos periodos sin contagios, pero no ha logrado escapar a esta tercera ola, por lo que las autoridades han impuesto de nuevo restricciones en algunas de sus provincias y ciudades, incluida Santiago, la segunda mayor del país.
La Habana, que también arrastra un complejo panorama epidemiológico y retornó a la fase epidémica, notificó hoy 80 nuevos positivos, seguida por la vecina Matanzas (43).
La capital tiene en vigor desde la pasada semana nuevas medidas de contención como el cierre de centros educativos, bares, restaurantes, playas y piscinas, limitaciones horarias del transporte público y piscinas y suspensión de las actividades religiosas que implican concentración de personas.
También vuelven a estar vigentes altas multas por el incumplimiento de protocolos sanitarios como el uso de mascarilla, el aislamiento obligatorio para viajeros llegados del extranjero o la celebración de fiestas.