Redacción Ciencia, 12 feb – Científicos chinos han descubierto dos fósiles de aves en unas rocas de hace unos 149 millones de años. Uno de ellos, bautizado Baminornis zhengheis, es un vertebrado del Jurásico que ha sido clasificado inequívocamente como ave, lo que la convierte en la segunda especie jurásica conocida hasta ahora.
Los fósiles, que han sido estudiados por un equipo de investigación dirigido por el profesor Wang Min, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de la Academia China de Ciencias, fueron descubiertos en la región de Zhenghe, en la provincia de Fujian (sureste de China).
Las aves son el grupo más diverso de vertebrados terrestres. Ciertos estudios sugieren que su diversificación más temprana se remonta al periodo Jurásico, hace unos 145 millones de años, pero el escaso registro fósil ha dificultado durante mucho tiempo el estudio de la historia evolutiva más temprana de las aves.
Ambos fósiles, descritos este miércoles en un artículo en la revista Nature, rellenan un vacío en la historia evolutiva temprana de las aves y aportan la prueba de que estos vertebrados se diversificaron a finales del Jurásico.
La única ave jurásica
En 1861, los trabajadores de unas canteras bávaras encontraron un esqueleto fósil. Tenía plumas y alas, por lo que claramente era un pájaro, pero también tenía una cola larga y garras afiladas. Era el Archaeopteryx, el fósil de hace unos 150 millones de años que permitió descubrir que las aves de hoy evolucionaron de los dinosaurios primitivos.
El Archaeopteryx ha sido considerada la única ave jurásica. Hasta ahora.
En el nuevo estudio, los investigadores dan cuenta de los dos fósiles hallados en la región de Zhenghe, en la provincia china de Fujian, donde se están hallando numerosos fósiles del Jurásico Tardío que se conocen como la Fauna de Zhenghe.
Uno de ellos, bautizado Baminornis zhenghensis, pertenece a una nueva especie de ave que vivió hace entre 149,9 y 150,2 millones de años que tiene una combinación única de características, entre las que se incluyen hombros y cinturas pélvicas similares a las de las aves ornitotorácicas derivadas, así como unas garras similares a las de los dinosaurios no avianos, capaces de agarrar y cortar.
Estas características ponen de relieve el papel de la evolución en mosaico en el desarrollo de las aves primitivas. En particular, Baminornis zhenghensis tiene una cola corta que termina en un hueso compuesto llamado pigóstilo, una característica que también se observa en las aves vivas y que tiene funciones aerodinámicas.
«Hasta ahora, el registro más antiguo de aves de cola corta databa del Cretácico temprano. Baminornis zhenghensis es la única ave jurásica de cola corta y la más antigua descubierta hasta ahora, lo que retrasa en casi 20 millones de años la aparición de esta característica derivada de las aves», afirma Wang.
Los investigadores concluyen que Baminornis zhenghensis apenas derivó de Archaeopteryx y que es una de las aves más antiguas del Jurásico.
«Si damos un paso atrás y reconsideramos la incertidumbre filogenética del Archaeopteryx, no dudamos de que el Baminornis zhenghensis es el verdadero pájaro del Jurásico», apunta Zhou Zhonghe, coautor del estudio e investigador del IVPP.
El estudio da cuenta de un segundo fósil, que está incompleto y consiste únicamente en una fúrcula, un hueso de las aves con aspecto de horquilla, formado por la soldadura de ambas clavículas.
Los investigadores creen que la fúrcula pertenecía a un Ornithuromorpha, un grupo diverso de aves del Cretácico, pero su mala conservación no permitió ubicarlo taxonómicamente en el registro de las aves.
Un fósil extraordinario
En un artículo de ‘News & Views’ publicado en la misma revista, Stephen Brusatte, de la Universidad de Edinburgh (Reino Unido), destaca la importancia de este hallazgo «histórico» y explica que Barminornis se parece más a las aves modernas que el Archaeopteryx.
Incluso, apunta, sus características anatómicas indican que probablemente volaba mejor que el Archaeopteryx y que «incluso podría haber sido un mejor volador que algunas otras aves primitivas de varios millones de años más tarde, del Cretácico».
En cualquier caso, para saber cómo volaba Barminornis «será necesario llevar a cabo rigurosos estudios de biomecánica» que ayuden a comprender mejor a este «extraordinario fósil».
EFE
ecg/crf