Desespero por hacinamiento en estación Candelaria de la Policía lo llevó a coserse la boca

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Con una capacidad para albergar a 40 personas, la estación Candelaria de la Policía Nacional, ubicada en la comuna 10 de Medellín, Centro de la ciudad, en este momento cuenta con 215 detenidos, lo que la convierte en la más hacinada, con un 490%.

Uno de los hombres que se encuentra allí encerrado es Ignacio López, de 47 años, quien se encuentra en calidad de sindicado por hurto calificado y agravado.

López tomó una drástica y desesperada decisión este martes 26 de junio: se cosió la boca con seda dental para protestar por las lamentables condiciones en las que se encuentra él y otras 214 personas detenidas en el calabozo de la Policía, un lugar diseñado para recluir temporalmente y por un máximo de 36 horas a quienes fueran sorprendidos en flagrancia en la comisión de un delito.

En esa sala de captura temporal es evidente la vulneración a los Derechos Humanos, donde personas llevan más de un año a la espera de que se les resuelva su situación jurídica.

Desde 2017, la cárcel Bellavista viene implementando la regla de equilibrio decreciente, por lo que deja de recibir reclusos para reducir su hacinamiento, lo que ha trasladado el problema a las salas de captura de las estaciones de Policía de la ciudad.

Ignacio López espera conseguir con esta acción ser trasladado a un centro carcelario nacional. Asegura que los agentes lo han tratado bien, pero que las paupérrimas condiciones en las que se encuentra, el estrés, el calor, el hambre, el piso frío y su carácter de paciente siquiátrico sin medicación y tratamiento en este calabozo lo llevaron a tomar la decisión de coserse los labios.

Jorge Alberto Carmona Vélez, defensor de Derechos Humanos de la población privada de la libertad en Antioquia, entabló diálogo con el recluso y logró que López se retirara los puntos de la boca y quedó a la espera de la valoración médica y del traslado a un centro siquiátrico en un centro carcelario.

Asimismo, Carmona destacó que la denuncia por la pésima alimentación que estaban recibiendo los internos surtió efecto positivo y desde este lunes mejoró la forma en que las personas detenidas ingieren los alimentos, con utensilios y mecanismos adecuados, además de comida notablemente mejorada.