La policía holandesa desmanteló el que ha catalogado como el “mayor laboratorio de cocaína de los Países Bajos”, capaz de producir entre 150 y 200 kilogramos de esta droga al día. Durante la operación fueron detenidos 17 sospechosos: 13 colombianos, tres holandeses y un turco. Sin embargo, las autoridades señalaron que podrían realizarse otros arrestos relacionados más adelante.
“Esta cantidad de kilos producidos equivale a un valor en la calle de entre 4,5 y 6 millones de euros”, señaló André van Rijn, jefe de inspectores de la Instalación Nacional de Apoyo al Desmantelamiento (LFO, por sus siglas en neerlandés).
El laboratorio estaba ubicado en un antiguo centro de equitación en Nijeveen, a 120 kilómetros de Ámsterdam, cuyo dueño estaba registrado como comerciante y criador de caballos ante la Cámara de Comercio desde 2001.
Afgelopen vrijdag vielen we in #Nijeveen de grootste Nederlandse cocaïnewasserij ooit binnen. In de wasserij vond de hele productie plaats voor het maken van cocaïne vanuit dragermateriaal. We pakten in totaal zeventien verdachten op. https://t.co/3phX79Jbis #cocaïne @poldrenthe pic.twitter.com/CrWBH8omGg
— Landelijke Eenheid (@PolitieLE) August 11, 2020
Las autoridades encontraron que incluso se adoptaron algunos establos para servir como dormitorios para los trabajadores del laboratorio. Los vecinos del lugar afirmaron a medios locales que pensaban que en este lugar se tenía una compañía dedicada al reciclaje de computadoras viejos.
El LFO tardó tres días en detener el proceso químico que se adelantaba en el sitio, pues se descubrieron decenas de miles de litros de productos químicos con los que se debía tener mucha precaución. La policía también encontró 100 kilogramos de base de cocaína y por lo menos 120 toneladas de materiales para transportar en las ciudades aledañas.
Los químicos para fabricar la droga eran escondidos en ropa que pasaba de contrabando por todo el país hasta llegar al laboratorio. Países Bajos se ha convertido junto a Bélgica en el centro del tráfico de drogas en Europa. Rotterdam, el puerto más grande del continente, ha pasado a ser la puerta de entrada de sustancias ilícitas al país, mientras que Ámsterdam, la capital, se ha convertido en un foco preocupante del comercio de drogas.
El tráfico de drogas en Países Bajos en los últimos años condujo a un aumento alarmante en la violencia entre pandillas que luchan por adueñarse del control del comercio de cocaína. Esto ha llevado a que la lucha contra las drogas ocupe ahora un papel prioritario en la agenda de la policía y el poder judicial en la nación.
Tomado de El Espectador