Ciudad de Panamá, 11 julio de 2024.- La Policía de Panamá detuvo este jueves en un céntrico barrio de la capital panameña a un salvadoreño presunto miembro de la pandilla o mara Barrio 18, que es requerido por la justicia de El Salvador, sumido en un régimen de excepción en su «guerra» contra estos grupos ilegales.
«Aprehendimos a presunto miembro de la organización criminal internacional MS-18 (sic) de El Salvador, en el área de Marbella. Esta persona es requerida por el Régimen de Excepción establecido en El Salvador, con oficio vigente de detención como miembro de agrupaciones ilícitas», informó la Policía en X.
El salvadoreño detenido será puesto en manos de las autoridades de migración para «su respectivo proceso de expulsión del país», según la información oficial.
El subcomisionado Edgar Vargas explicó que la captura del pandillero, quien porta un gran tatuaje en la espalda con el número 18 de la mara Barrio 18 -según las imágenes compartidas por la policía-, se produjo durante un patrullaje rutinario por un pudiente barrio céntrico de Ciudad de Panamá, cerca del área bancaria.
El agente policial añadió que el capturado es «requerido por el régimen de excepción» de El Salvador, vigente desde 2022 para combatir a las pandillas y que ha dejado más de 81.100 detenciones entre denuncias de violaciones a derechos humanos y muertes bajo custodia estatal.
El pasado 13 de mayo, dos ciudadanos hondureños que llegaron a Panamá por el Aeropuerto de Tocumen, el principal del país, fueron devueltos por tener entre sus antecedentes el haber formado parte de pandillas como la mara Barrio 18.
Anteriormente, también se impidió el tránsito por ese gran aeropuerto, considerado un centro de conexiones regional, de un hombre que confirmó haber sido miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) y que lo devolvieron a su país.
En los últimos meses las autoridades panameñas han informado de que a varios ciudadanos de países centroamericanos se les ha impedido el ingreso a Panamá por sus vínculos con pandillas como la Barrio 18 o la Mara Salvatrucha, las más violentas por su vinculación con el narcotráfico, las extorsiones y los asesinatos.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, libra una guerra contra las pandillas, que llegaron a situar a El Salvador como el país más violento del mundo, reduciendo drásticamente la violencia en el país centroamericano.
EFE