Las transfusiones de sangre se utilizan en diferentes necesidades clínicas, como atender a pacientes con anemia, tratamientos de pacientes con cáncer, complicaciones durante el embarazo, accidentes de tránsito, trasplante de órganos y la cirugía compleja que hoy se desarrolla en la mayoría de los centros hospitalarios del país.
Cada 14 de junio se conmemora el aniversario del nacimiento de Karl Landsteiner, un patólogo y biólogo austriaco famoso por descubrir los grupos sanguíneos: A, B y O. Por este logro, Landsteiner obtuvo el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1930.
En honor a este descubrimiento que significó las bases modernas de la transfusión sanguínea, se escogió el Día mundial del donante de sangre, que este año lleva como lema “Sangre segura para todos”.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lo celebran para reconocer el sentido del altruismo y la generosidad de los donantes de sangre.
El Banco de Sangre del Instituto Distrital (IDCBIS), de Bogotá viene desarrollando desde su creación una cultura de la donación voluntaria de sangre en la capital colombiana. También esta entidad es la encargada de suplir las necesidades de componentes sanguíneos para pacientes de la Red Pública Hospitalaria de Bogotá.
Hablamos con su director y gestor, el doctor Bernardo Camacho, médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, magister en medicina transfusional y terapia celular y tisular de la Universidad Autónoma de Barcelona y con un diplomado universitario en transfusión sanguínea, de la Universidad de París VI Pierre et Marie Curie
¿Cómo nació el Banco Distrital de Sangre?
En la primera administración de Antanas Mockus, cada clínica de la red de hospitales de Bogotá, contaba con un banco de sangre que no eran muy eficientes porque no tenían las tecnologías adecuadas. Los procedimientos no estaban estandarizados y había dificultad para tener el número de donantes que requerían los distintos productos sanguíneos.
Entonces presenté una iniciativa que consistía en que Bogotá tuviera un hemocentro de alta tecnología, como lo hay en Europa y Estados Unidos, esto con el fin de desarrollar una cultura de donación voluntaria y que fuera un centro con alta tecnología para garantizar una óptima calidad en los componentes sanguíneos que se iban a procesar. Todo esto para lograr una seguridad transfuncional.
¿Cómo se acopló el hemocentro?
Cuando se hizo este hemocentro se montó con toda la infraestructura que no había en Colombia, como las unidades móviles de donación y las más altas tecnologías. Luego montamos pruebas moleculares que garantizaban la máxima seguridad de la sangre. Hoy tenemos nuestros servicios a la población más pobre y vulnerable de la ciudad y la sangre de más alta calidad y segura del país.
Esto ha sido muy positivo y muy beneficioso. Se bajaron los costos, se mejoró la calidad y se hizo un solo estándar para toda la red de los hospitales de Bogotá, los cuales ya no tienen que encargarse de este tema. Nosotros proveemos con la máxima calidad, seguridad y oportunidad a todas las clínicas de la ciudad y a otras regiones del país.
¿Cómo se garantiza la obtención de sangre segura?
Recuerden que en la época de los finales de los noventa ya había pasado toda la crisis en el mundo del sida. Ya se tenía certeza de que a través de la sangre se podía transmitir no solamente el virus del sida sino muchos otros virus como: el VIH, la Hepatitis B y C, la sífilis y la enfermedad de Chagas, entre otras. Todas estas pruebas que realizan los bancos de sangre los controla cuidadosamente el Invima.
Hoy la única fuente segura y confiable es la donación voluntaria de sangre, la cual debe ser recolectada por centros aprobados con toda la idoneidad técnico-científica y con toda la ética, para que podamos obtener diferentes componentes sanguíneos, procesarlos con seguridad y llevarlos a muchos hospitales.
¿Cómo ha venido avanzado nuestro país en la cultura de la donación de sangre?
Colombia ha venido avanzando de manera significativa, pero aún nos falta. En un país como Estados Unidos y en Europa el índice de donación de sangre está en un promedio entre 40 a 50 donantes por mil habitantes año. La media de América Latina está en 20 donantes por mil habitantes año. Colombia no alcanza los 20 donantes, debe estar en 17 o 18. Ha mejorado porque llegó a estar en menos de 14 donantes por mil habitantes.
Por ejemplo, en Bogotá el índice de donación de sangre está por encima de 35 donantes por mil habitantes año. Es un índice aceptable, pero Bogotá también les provee sangre a muchos territorios en Colombia que por razones epidemiológicos no pueden recolectar la sangre. Me refiero a Chocó y a lo que anteriormente se llamaba los Territorios nacionales.
¿La pandemia cómo ha afectado la donación voluntaria de sangre?
Han cambiado muchas cosas porque antes de la pandemia nosotros íbamos a las universidades, centros comerciales, iglesias, fábricas y parques para colectar la sangre. Ahora lo estamos haciendo a través de la donación domiciliaria. Hemos obtenido días exitosos de 50 y 80 donantes. Nos ha tocado desarrollar una logística de vehículos. También vamos con una móvil de donación a los conjuntos residenciales.
Yo sé que a muchos bancos de sangre del país no les ha ido muy bien durante esta pandemia. Nosotros tenemos la enorme ventaja de tener el respaldo de la institucionalidad. Es un banco de sangre vinculado a la Secretaria Distrital de Salud. Siempre hemos sido parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
¿Qué costo tiene la sangre para un paciente?
Obtener la sangre y llevarla a un paciente tiene un proceso. Se requiere comprar bolsas especiales para la colecta de la sangre. Se necesita comprar reactivos, comprar pruebas para clasificar la sangre. Todos estos elementos son importados. Colombia no produce nada para esta tecnología. Los equipos, las máquinas y hasta los cuartos fríos, todos son importados.
Desde los promotores, las enfermeras, los médicos y las bacteriólogas que realizan los procesos, esa labor tiene unos costos y en el sistema de salud colombiano y como ocurren en otros países, reconocen esos gastos a las instituciones. Debo aclarar que la sangre en sí mismo no tiene un precio, tiene un inmenso valor de la vida misma, como tiene valor un riñón.
Doctor Camacho un mensaje para donar sangre durante la pandemia.
No hay ningún riesgo de contagio del virus de las personas que van a donar sangre durante esta contingencia, porque se cumplen con estrictos controles de bioseguridad. No está demostrado que el virus permanezca en la sangre, sino que el virus se aloja en ciertos tejidos, especialmente en el tacto respiratorio, en el pulmón, entre otros tejidos.
El Banco Distrital de Sangre del Idcbis, agradece a todos los donantes de sangre altruista y voluntarios que se han acercado durante la pandemia de la Covid-19, a donar sangre. Con este gesto han preservado la vida de cientos de pacientes de la red pública de hospitales del Distrito.
Datos sobre la sangre para recordar en esta fecha:
- El médico español Frederic Durán fue quien fundó el primer banco de sangre de la historia el 12 de julio de 1949. Fue el inventor de ese sistema pionero y moderno para la transfusión y la conservación del plasma sanguíneo.
- En nuestro país el primer banco de sangre lo fundó la enfermera bogotana Elvira Dávila quien fue la pionera en la profesión de enfermería y de la transfusión de sangre.
- Colombia hoy tiene una red nacional de 82 bancos de sangre. 76 públicos y 6 privados operados por la Cruz Roja.
- En Bogotá fueron transfundidos en 2019, 359.721 componentes sanguíneos que beneficiaron a cerca de 80.000 pacientes.
- Una vez se capta la sangre se procede el mismo día a fraccionar los diferentes componentes y estos son:
- Glóbulos rojos, que duran máximo 42 días conservando siempre a una temperatura entre 2 y 6 °C.
- Plaquetas por aféresis, deben ser almacenadas a temperatura ambiente y en agitación permanente duran 5 días en estas condiciones.
- Plasma fresco congelado y Crioprecipitado, dura 1 año conservado a temperaturas de menos 30°C.
- Los grupos sanguíneos que más se requieren son: O positivo y O negativo ya que son los que más se transfunden en clínicas y hospitales
Tomado de Radio Nacional