Nueva York, 19 feb – El rapero Sean ‘Diddy’ Combs pidió al juez que lleva su caso que desestime uno de los cargos que enfrenta en su caso por tráfico sexual, argumentando que la acusación contra él tiene motivaciones racistas.
«Este es un caso sin precedentes en muchos sentidos, pero quizá lo más notable y preocupante es que ninguna persona blanca ha sido objeto de una acusación ni remotamente similar», apuntan sus abogados en un documento presentado la noche del martes en el tribunal.
Los abogados piden, concretamente, que se desestime el cargo por transporte para ejercer la prostitución, que aseguran forma parte de «una acusación selectiva».
Según la defensa, la prueba «más evidente» de que el caso contra Combs es racista es este cargo, que le acusa de transportar trabajadores sexuales entre estados con fines de prostitución, violando así la Ley Mann, inicialmente conocida como Ley contra la Trata de Blancas.
«(La ley Mann) tiene una larga y preocupante historia de origen racista y se ha utilizado para perseguir a los hombres negros y, supuestamente, proteger de ellos a las mujeres blancas. El uso de trabajadores sexuales, hombres o mujeres, es común y ampliamente aceptado en la cultura estadounidense actual», agrega.
Y anota que este es «otro caso en el que la ley se utiliza contra un prominente hombre negro».
De acuerdo con sus abogados, el gobierno de Estados Unidos ha iniciado un caso criminal basándose principalmente en alegaciones de que Combs y dos de sus exnovias mantenían relaciones sexuales con un prostituto.
Su defensa también acusa al Gobierno de filtrar «material perjudicial (y a menudo falso) a la prensa», además de allanar su domicilio con fuerza militar y detener y esposar por la fuerza a sus hijos, una conducta «que sugiere mala fe y animadversión racial».
Diddy, de 55 años, afrontará el próximo 5 de mayo un juicio por cargos federales de crimen organizado, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución, de los que se declaró no culpable. En los últimos meses ha recibido decenas de denuncias de abusos.
EFE