Disidentes del Frente 36 se enfrentan a las AGC por el control de Ituango

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Los más recientes hechos de orden público en el municipio de Ituango, al norte del departamento, en donde en la tarde de ayer domingo 4 de febrero se presentó un atentado con granada, dejando como saldo una pequeña de 3 años, al parecer allí residía alias Shakiro, presuntamente jefe de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC- que hace presencia en la zona urbana, y el viernes en la vereda Pablo Blanco, a 45 minutos del municipio, los enfrentamientos entre las AGC y un grupo de hombres que se hacen llamar Comando Especial Anti-paramilitarismo Frente 36, al mando de alias Cabuyo, quien de acuerdo a algunas fuentes fue el encargado, durante las negociaciones de La Habana, de coordinar el desminado humanitario en la vereda El Orejón, en Briceño.

La influencia de alias Cabuyo, en la zona en donde operó en Frente 36, al mando de alias Anderson, se extiende hacia Briceño, Campamento, Yarumal, San Andrés, Toledo e Ituango, en donde ya habría anunciado una ofensiva para contrarrestar la alianza entre las AGC y bandas del crimen urbano que operan en el norte del Valle de Aburrá, quienes con la ayuda de alias Carnitas, quien estaría en el corregimiento de Santa Rita, y Jeringa, estarían imponiendo el precio en la compra de la base de coca y las condiciones para un único comprador.

En Briceño, en 2016, alias Cabuyo pagaba a los campesinos $2.100.000 por kilo de base de coca, mientras que el crimen urbano, que entró a operar a finales del mismo año en veredas como Las Auras y Chorrillos, ofrecía $2.300.000. Esos 200 mil pesos le causaron la muerte a más de uno.

En San Andrés de Cuerquia, de acuerdo a algunas fuentes consultadas por Análisis Urbano, haría presencia alias Aníbal, quien tendría prontuario criminal, siendo el coordinador del negocio de la base por del crimen urbano asentado en el norte de la subregión del Valle de Aburrá. Tendría una fachada comercial para camuflar la materia prima.

 El encargado de controlar el narcotráfico en los municipios de Campamento, Angostura y Yarumal, en éste último en los corregimientos de Cedeño, El Pueblito y El Cedro, sería Diomedes, desertor del Frente 36, que inicialmente se concentró en la vereda La Plancha, de Anorí.

En octubre de 2017 publicamos desde la Agencia de Prensa Análisis Urbano el informe: Ituango bajo el dominio de alias Ferney, en donde denunciábamos la presencia de aproximadamente 15 hombres armados, quienes habrían hecho presencia en las veredas La Rica, El Torrente, El Tinto, San Luis y Filadelfia, del corregimiento El Aro, quienes estarían al mando de alias Ferney. Este escuadrón tendría como función la protección del nuevo comprador de coca, los delegados del crimen urbano, «obligando a los campesinos a venderles, esté o no en el proceso de sustitución», denuncia una fuente. [Leer también: Asesinado Molina en zona veredal de San Lucía, Ituango]

En la vereda Chontalito, la semana anterior, aparecieron varias viviendas pintadas con mensajes alusivos al Frente 36 y a escuadrones paramilitares, generando temor entre la población, que se ha visto afectada en los últimos meses por muertes selectivas y enfrentamientos entre hombres armados por el control de la base de coca, materia prima para el narcotráfico que por décadas fue controlada por el Frente 18 de las Farc.

Desde julio de 2017 desde Análisis Urbano hemos insistido en la necesidad de recuperar los territorios pos-Farc por parte del Estado. Ituango, luego del dominio que por décadas impuso el Frente 18, ha quedado a merced del crimen urbano rural, sirviendo de centro de operaciones y corredor de expansión de las bandas criminales y las franquicias, en manos de bandas que tienen su origen en la delincuencia del área metropolitana de Medellín. La tarea del gobierno quedó a media marcha.