Una exhortación vehemente hizo hoy el Presidente Iván Duque a la comunidad internacional para erradicar esa práctica “deleznable” que es el reclutamiento de menores por los grupos armados ilegales.
“Hemos puesto sobre la mesa un gran llamado, no solamente en nuestro país, sino al mundo entero”, para terminar con “esa ignominia desproporcionada, arbitraria, injusta, miserable -si se quiere-, que es el reclutamiento de menores”, dijo el Mandatario en la apertura de un evento del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Naciones Unidas sobre protección a niños y jóvenes.
Indicó que el crimen del reclutamiento de menores está proscrito en múltiples convenciones, pero se requiere “el ahínco, el denuedo de todos los liderazgos mundiales, no solamente para que lo señalemos, sino para que existan sanciones ejemplarizantes ante la justicia internacional”.
Con respecto al caso de Colombia, señaló que “hemos visto a muchos niños que despojados de su inocencia fueron reclutados para los grupos armados ilegales, grupos terroristas que pretendieron convertirlos en máquinas de guerra”.
Calificó como una “miserableza” querer “convertir a un niño en una herramienta del crimen organizado” y destacó la tarea cumplida a lo largo de los años por el Icbf, que” ha podido recuperar a muchos de esos niños para que puedan tener un mejor porvenir”.
Hizo un llamado, ‘no solamente en nuestro país, sino en otros países del mundo”, para que la justicia transicional “en boga en muchos países para ponerle fin a hechos prolongados de violencia” tenga claro que “ningún victimario puede pretender burlarse de la justicia, eludiendo su responsabilidad cuando existen testimonios claros y ostensibles de lo que ha sido esa práctica”.
Al retomar el caso de Colombia, el Mandatario puso de presente que “recientemente hemos visto a muchos de los cabecillas de esas organizaciones criminales presentarse a la justicia transicional y utilizar frases como: ‘Pudo haber ocurrido’ o ‘tal vez se pudo haber presentado’”.
Enfatizó que afirmar eso “es un vil descaro, es una humillación más a las víctimas y es una forma más de tratar de eludir los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición”.
“Sencillamente no lo podemos tolerar”, subrayó.
Manifestó que “esperamos que en Colombia y que en el mundo, cualquier sistema de justicia transicional, donde un victimario pretenda eludir esa responsabilidad, la única consecuencia que pueda tener es la pérdida de cualquier garantía y la aplicación drástica de la mayor pena posible”.
Eso “consiste en poner los derechos de los niños por encima de los derechos de los demás”, concluyó el Presidente Duque.
