Naciones Unidas, 21 septiembre de 2021.- El presidente colombiano, Iván Duque, propuso este martes en la Asamblea General de la ONU que todos los gastos e inversiones de «acción climática estructural» queden al margen del déficit fiscal como una herramienta para enfrentar el cambio climático tras la pandemia de covid-19.
«Le propongo a la comunidad mundial que, por un periodo de tiempo y con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), se establezca una regla a partir de la cual todos los gastos e inversiones de acción climática estructural puedan situarse por fuera de la línea tradicional de medición del déficit fiscal», expresó el mandatario.
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El jefe de Estado explicó que actualmente hay un «limitado espacio fiscal» que es resultado de la pandemia y que se está convirtiendo en un obstáculo para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
El presidente colombiano, que participó hoy por última vez en la Asamblea General de la ONU ya que su mandato de cuatro años culmina el 7 de agosto de 2022, agregó que estas herramientas, así como los «alivios y las condonaciones de deuda multilateral frente a logros concretos en materia de acción climática, deben aplicarse cuanto antes y sin condiciones».
«El atender las inversiones urgentes no puede quedar atrapado en debates políticos internos derivados de conflictos sobre la asignación de recursos. La acción es ya, inmediata, y no la podemos aplazar. Nuestra región precisa fortalecer un financiamiento verde, lo que urge la capitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la CAF o Banco de Desarrollo de América Latina», expresó Duque.
SITUACIÓN DE COLOMBIA
El presidente de Colombia recordó que su país «tan sólo representa el 0,6 % de las emisiones globales de CO2, pero se encuentra entre los más amenazados por los efectos del cambio climático».
«Nuestra acción requiere compromiso, audacia y ejercer un liderazgo con el ejemplo. Por esto, llegaremos a Glasgow, a la COP26, con el compromiso de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en un 51 % para el año 2030 y, también, alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050», expresó.
Igualmente mencionó que Colombia realiza una «rápida transición energética, que ya cuenta con una legislación propia», para expandir las energías renovables no convencionales y lograr así multiplicar por 20 «la capacidad instalada y lograr la cero deforestación para el año 2030».
En 2020 en Colombia, según cifras gubernamentales, se perdieron 171.685 hectáreas de bosque, lo que equivale a una superficie superior a la de ciudades como Río de Janeiro o Medellín, y la mayoría de estos árboles se concentraban en el cinturón del centro-sur del país, en los departamentos del Meta, Caquetá y Guaviare.