Mientras el Ministro de defensa Holmes Trujillo regresa de Washington con parte de victoria por los compromisos de fumigación firmados con el gobierno Trump, expertos en Colombia como Juan Carlos Garzón de la Fundación Ideas para la paz, buscan entender por qué las políticas de sustitución de cultivos no han funcionado como se necesita y qué se puede hacer, en esta conversación con Juan Manuel Ospina.
Juan Manuel Ospina: Si a usted le preguntaran, ¿cuál es el talón de Aquiles de las políticas de sustitución de cultivos, que respondería?
Juan Carlos Garzón: Esta ha sido una política que ha estado desconectada del tema de desarrollo rural, los proyectos de desarrollo alternativo, café, palma, cacao, empiezan solo están enfocados en la demanda. En algunas zonas el problema es la infraestructura pero en general el talón de Aquiles es que queremos tener una fórmula universal que funcione en todas partes y nos olvidamos de las necesidades específicas que cada región tiene.
Juan Manuel Ospina: Toca un punto fundamental: éste es el caso clásico de las políticas trazadas desde el centro que le llegan a las comunidades, a los territorios como si fuera meteorito? Qué estrategia proponen para armar un proyecto que responda a realidades concretas?
Juan Carlos Garzón: La prioridad ha sido la de prevenir que nazcan otros cultivos de coca; recientemente tenemos el problema de que el foco se ha puesto no en el territorio sino que en la familia. Hemos aspirado a que al menos las familias sean consultadas, pero hay un tema de desconfianza de las comunidades con el Estado; es que no se les cumple. Y esto ha sido un problema histórico. Acá el papel del sector empresarial es clave, por qué a punta de Estado no es suficiente.
Juan Manuel Ospina: ¿Los empresarios qué necesitan para entrar a jugar?
Juan Carlos Garzón: Necesitan cierta certidumbre. Este es otro problema: acá las políticas son de corto plazo, sin continuidad. Estas transformaciones cobran décadas, en Tailandia se gastaron treinta años para que regiones enteras dejaran de cultivar opio. Hay que tener paciencia.
Juan Manuel Ospina: En realidad este tema debería ser un capítulo de una política de desarrollo rural, porque hay crear las condiciones mínimas de desarrollo para producir.
Juan Carlos Garzón: Ese es el horizonte de sostenibilidad, al que hay que sumarle el tema ambiental. El 60 % de los cultivos de coca están por fuera de la frontera agrícola, la frontera agrícola es el límite en donde establecemos hasta donde se pueden hacer actividades agropecuarias. Ahí no se puede cultivar nada, de alli que haya que pensar en esos lugares para realizar actividades de ecoturismo; en el Caquetá está pasando. Esto es buenísimo para vincular a los jóvenes. Hay que tener un paquete para responder a las realidades específicas de cada territorio.
Juan Manuel Ospina: Había la idea de que estos proyectos no se podían desarrollar porque era hacerle el juego de las Farc, que se estaban apoyando comunidades cercanas a las Farc cn recursos del Estado. Esto ha ayudado a comprender cómo hacer este trabajo?
Juan Carlos Garzón: Se ha pasado por tres etapas: la primera, durante el proceso de negociación que las Farc empiezan a replegarse y ahí se da una gran oportunidad; vimos incluso a comandantes guerrilleros decirle a sus hombres, “bueno, acá hay que sustituir”. Esto tiene un antecedente complicado: se había convenido que durante el proceso de negociación de paz con las Farc no se podía revelar nada, ningún avance, pero en el 2013 se filtró el acuerdo de drogas y ahí habían líneas de lo que el Estado iba a ofrecer. Empezaron a aumentar los cultivos desde el 2013; se da un vacío de política pública más estos incentivos, de tal manera que cuando se comienza a implementar un acuerdo teníamos un lastre de 140 mil hectáreas. Planear ahí es difícil.
Juan Manuel Ospina: ¿Muchos de los asesinatos a líderes sociales tienen que ver con el proceso de sustitución?
Juan Carlos Garzón: Los líderes siempre están poniendo la cara y terminan fichados por los jinetes de la coca, y por su comunidad porque la implementación no se logra. Desde hace años en estos territorios no hay Estado y quienes regulaban esa zona no era el Estado. Este es el segundo punto, los grupos que ocupan estas zonas y ahí hay grupos que dice: no quiero ver a nadie hablando de sustitución de cultivos. ¿En dónde se ha podido hacer sustitución con grupos armados diciendo, hágale? En Arauca, por ejemplo, el ELN dejó. Esa es la ventaja de tener un solo actor, mientras en el Cauca son varios grupos disputándose el territorio
Juan Manuel Ospina: ¿Cree que todas esas comunidades que están por fuera de la frontera agrícola, deban permanecer allí o se deben pensar en políticas de reacomodo?
Juan Carlos Garzón: Pero, ¿a dónde las reacomodamos? Este gobierno está impulsando el catastro multipropósito . Ahí tendremos más clara la idea de cómo es la distribución de la tierra en este país y qué está pasando con esta tierra. La expectativa del acuerdo de paz es que había terrenos baldíos, o en parques nacionales y ahí hay un problema porque muchas de esas comunidades estaban en esas zonas antes de que el Estado las declarara parque nacional. Lo único claro es que acá no hay manera de que esto funcione si no se vincula a las comunidades en las soluciones.
Texto de Juan Manuel Ospina en Las2Orillas
Tomado de Las2Orillas
