Naciones Unidas, 3 ago – El Gobierno de EE.UU. es partidario de seguir con la «presión» sobre los militares golpistas en Níger, pero no aclaró si apoyará abiertamente una intervención militar para restaurar el orden constitucional en el país ni si dispone de información de que esta se vaya a producir.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que se encuentra en Nueva York para presidir una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo que los objetivos «vitalmente importantes» ahora mismo en Níger son la liberación del presidente Mohamed Bazoum, detenido por los golpistas, y «la restauración del orden constitucional».
Sobre el plazo que la Comunidad de Estados del África del Oeste (Cedeao) dio a Níger hasta el próximo domingo para devolver el poder a los civiles o exponerse a una eventual intervención militar, Blinken hasta en tres ocasiones evitó posicionarse al respecto.
«No voy a adelantar en qué punto estamos (…) Apoyamos decididamente el liderazgo de la Cedeao en lo referente a la restauración del poder civil y de poner presión a los responsables de interrumpirlo (…) Vamos a ver lo que pasa en los próximos días».
Blinken dijo que pese a su condición de detenido, él ha podido comunicarse con Bazoum varias veces en los últimos días -la última de ellas ayer-, pero no dio detalles de sus conversaciones, y dijo que también otros actores relevantes han sido contactados por Estados Unidos en busca de una solución.
En cuanto a la disposición mostrada por tres países de la Cedeao -Senegal, Costa de Marfil y Nigeria- de participar en una intervención militar en Níger y su conocimiento de esos planes, también se mostró cauto. «No quiero entrar en hipótesis, le sugiero que pregunte a ellos mismos», dijo a la periodista.
Lo que sí dejó claro en todo momento es que Estados Unidos ha delegado en la Cedeao la iniciativa de cualquier solución que se busque para Níger, donde los golpistas se enfrentan a una presión inaudita que no se ha podido ver hasta ahora en otros casos de golpes de Estado recientes en la misma región.
El lunes pasado, los Gobiernos también golpistas de Burkina Faso y Mali Faso advirtieron contra una intervención militar en Níger: sus líderes respectivos, Ibrahim Traoré y Assimi Goita, señalaron que cualquier acción militar contra su país vecino equivaldría a una declaración de guerra contra ellos.