Washington, 6 de febrero de 2022 – EE.UU. calificó este domingo como una maniobra de distracción la decisión de China de escoger a una deportista de la minoría uigur de Xinjiang para encender la Llama Olímpica en los Juegos de Invierno, al subrayar el «genocidio» en esa región china.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, comentaba así la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en Pekín este viernes, en la que la esquiadora de fondo Dinigeer Yilamujiang, de la minoría uigur, encendió el pebetero olímpico junto al atleta Zhao Jiawen.
«Este es un esfuerzo de los chinos para distraernos del tema real aquí de que los uigures están siendo torturados y son víctimas de violaciones de derechos humanos por los chinos. Y tenemos que mantener eso de manera central», afirmó Thomas-Greenfield en declaraciones a la cadena CNN.
Estados Unidos ha impulsado un boicot diplomático, al que se han sumando otros países occidentales, contra los Juegos de Invierno de Pekín, por las supuestas vulneraciones contra los derechos de las minorías étnicas en Xinjiang (oeste de China), que el Gobierno chino niega de plano.
«Sabemos que se ha cometido genocidio allí», agregó Thomas-Greenfield.
Por eso, la diplomática estadounidense subrayó que es «importante que la audiencia que vio esto (la ceremonia) entienda que no nos aleje de lo que sabemos que está ocurriendo sobre el terreno».
Este sábado, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a líderes chinos que permitan una visita «creíble» a la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a la zona de Xinjiang.
Guterres, que visita Pekín con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno, se reunió este sábado con el presidente de China, Xi Jinping, y con el ministro de Exteriores del país, Wang Yi, según comunicado del organismo.
La diplomática chilena quiere visitar Xinjiang por las denuncias de la existencia de campos de internamiento por los que habrían pasado cientos de miles de uigures, que según China son «centros de capacitación vocacional» que tienen el propósito de mejorar a la sociedad y la economía de esta apartada región.
Tanto EE.UU., como el Reino Unido, Alemania, Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional han denunciado la existencia de graves abusos en esa zona, donde los uigures habrían sufrido detenciones masivas, torturas y trabajos forzados.
EFE