Bruselas, 5 de junio de 2025.- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, insistió este jueves que “cada país” de la OTAN invierta un 5 % de su PIB en gasto militar para hacer frente a las amenazas, pese a que persisten diferentes opiniones entre los aliados a solo tres semanas de que se tomen decisiones en la cumbre de La Haya.
“La razón por la que estoy aquí es para asegurarme de que todos los países de la OTAN entienden que hay que arrimar el hombro, cada país tiene que contribuir a ese nivel del 5 % como reconocimiento de la naturaleza de la amenaza”, declaró Hegseth junto al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, a su llegada a una reunión de ministros aliados de Defensa.
Los ministros aprobarán hoy formalmente los objetivos de capacidades militares que necesitará la Alianza en los próximos años, que servirán de base para fijar una nueva meta de gasto militar en la cumbre de la OTAN en La Haya del 24 y 25 de junio, actualmente situado en el 2 % del PIB de cada país.
«Lo que decidiremos en La Haya, lo que gastaremos en defensa en el futuro, el nuevo plan de inversión en defensa, se basa en lo que necesitamos en términos de capacidades duras», declaró por su parte Rutte a su llegada a la reunión.
De cara a la cumbre, Rutte ha propuesto llegar en 2032 a la cifra del 5 % desglosando un 3,5 % para gasto militar puro y un 1,5 % para capacidades relacionadas, pero sigue habiendo división entre los aliados sobre la necesidad de marcar un porcentaje concreto del PIB para cubrir las necesidades defensivas de la OTAN.
El ministro estonio de Defensa, Hanno Pevkur, fue más allá y pidió llegar al 5 % de inversión “en cinco años”: “No tenemos tiempo para diez años. Para ser sinceros, ni siquiera tenemos tiempo para siete años”, comentó.
El ministro sueco, Pal Jonson, respaldó igualmente llegar al 5 % en 2030, y el titular letón, Andris Spruds, apoyó el 5 % y agregó sobre los plazos que la ambición es «empezar desde el año próximo» y que se necesita llegar a esa cifra «ahora mismo».
La ministra lituana, Dovilė Šakalienė, que ayer ya indicó que el aumento del gasto en defensa debe ser una realidad como muy tarde en 2030, hoy subrayó que si se confía en la inteligencia militar de la Alianza, esta dice que solo serán necesarios «unos pocos años hasta que Rusia sea capaz de poner a prueba a la OTAN».
El ministro sueco, Pal Jonson, dijo que a su país le gustaría ver a la OTAN llegar al 5 % del PIB en gasto militar en 2030, con un 3,5 % en gasto militar puro y un 1,5 % en inversiones relacionadas con la defensa.
Su homóloga luxemburguesa, Yuriko Backes, reconoció que cubrir los objetivos será un reto pero afirmó que su país logrará llegar al 2 % de su PIB este año, lo que supone “un paso muy grande para nosotros”.
En cualquier caso, recalcó que “serán las capacidades las que nos mantengan seguros, no los porcentajes”, y que “nuestras ambiciones es lo que debería dirigir nuestras inversiones, y no al revés”.
El ministro canadiense, David McGuinty, aseguró que su país “está actualmente revisando todos sus gastos militares de arriba a abajo” y que el plazo que considera “realista” en este momento es “trabajar en la cumbre”, de cara a la cual avanzó que “habrá anuncios”.
El ministro británico, John Healey, defendió que la OTAN debe prepararse para la guerra a fin de “disuadir las crecientes amenazas”, mientras que el aumento del gasto en defensa puede crear puestos de trabajo en el Reino Unido y en toda Europa y contribuir a la innovación.
Por lo que se refiere a las capacidades de Alemania, su ministro de Defensa, Boris Pistorius, señaló que «partimos de la base de que necesitamos alrededor de entre 50.000 a 60.000 soldados más en las Fuerzas armadas que hoy».
«El servicio militar obligatorio no sirve de nada ahora, porque no tenemos capacidades ni en los cuarteles ni en la formación. Por eso estas capacidades tienen que crecer. Hasta entonces, será voluntario», precisó.
El ministro neerlandés, Ruben Brekelmans, indicó que los nuevos objetivos de capacidades suponen para Países Bajos invertir en el medio plazo el 3,5 % de su PIB en defensa y entre 16.000 y 19.000 millones de euros adicionales en su presupuesto nacional.
El titular finlandés, Antti Häkkänen, pidió avanzar en la defensa «rápido pero de manera eficiente, gastar el dinero inteligentemente”, y en ese contexto dijo que el plazo “no puede ser demasiado largo”.
EFE