Washington, 13 enero.- Estados Unidos impuso este miércoles sanciones a dos destacadas fundaciones iraníes, al alegar que permiten al líder supremo de Irán, Alí Jameneí, controlar de forma «corrupta» amplios sectores de la economía del país, incluidos activos arrebatados a disidentes y minorías religiosas.
La medida, anunciada en un comunicado por el Departamento del Tesoro, es un nuevo intento de reforzar la presión a Teherán una semana antes de que el presidente saliente, Donald Trump, abandone el poder.
Las sanciones afectan a la importante fundación Astan Quds Razaví (AQR), que gestiona el mausoleo del imán Reza en la ciudad santa de Mashad, y a un poderoso conglomerado llamado «Ejecución de la Orden del Imán Jomeiní» (EIKO, en inglés), que está bajo el control directo del líder supremo iraní.
«Estas instituciones permiten que la elite de Irán mantenga un sistema corrupto de propiedad sobre amplias partes de la economía de Irán», dijo en el comunicado el secretario saliente del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin.
Las dos fundaciones, junto a la ya sancionada Bonyad Mostazafan y otra llamada Jatam al Anbiya que opera una base aérea, supuestamente «controlan más de la mitad de la economía iraní», según el comunicado.
El Tesoro describió esas instituciones como «bonyads», organizaciones «opacas y cuasi oficiales, controladas por cargos gubernamentales y clérigos» y que «no necesitan aprobación pública de sus presupuestos», lo cual les ha permitido «acumular enormes cantidades de riqueza sin dar el beneficio prometido al pueblo de Irán», además de favorecer la «corrupción sistémica».
Estados Unidos describió a una de las sancionadas, EIKO, como un conglomerado bajo supervisión directa de Jameneí que participa en «casi cada sector de la economía iraní, incluida la energía, las telecomunicaciones y los servicios financieros».
Esa organización «ha violado sistemáticamente los derechos de los disidentes al confiscar tierras y propiedades» a «opositores políticos, minorías religiosas e iraníes en el exilio», indicó el Tesoro.
La otra sancionada, AQR, es una fundación de caridad que gestiona el mausoleo de Mashad, pero según el Tesoro, «ha adquirido numerosas propiedades económicas en construcción, agricultura, energía, telecomunicaciones y servicios financieros».
El Tesoro también sancionó a quienes dirigen EIKO -Mohammad Mokhber- y AQR -Ahmad Marvi-; además de a otro individuo y al menos catorce entidades más que están relacionadas con esas fundaciones.
Las sanciones implican que cualquier activo que puedan tener esas entidades o personas bajo jurisdicción de Estados Unidos queda congelado, y que los estadounidenses tienen prohibido entablar transacciones con ellos a partir de ahora.
La medida forma parte de un intento de redoblar la presión a Irán antes de que Trump ceda el poder dentro de una semana a Biden, quien tiene previsto regresar a su país al acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y seis grandes potencias, del que Estados Unidos se retiró en 2018.