Washington, 26 octubre.- El Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso este lunes otra ronda de sanciones al sector energético de Irán, en esta ocasión al ministro de Petróleo y una decena de subsidiarias, a quienes acusa de apoyar a «entidades terroristas», en su última vuelta de tuerca para presionar a Teherán.
«El régimen de Irán usa el sector petrolero para financiar actividades desestabilizadoras. El régimen de Irán continúa priorizando su apoyo a entidades terroristas y su programa nuclear sobre las necesidades del pueblo iraní», indicó el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, en un comunicado.
Asimismo, son objeto de las sanciones, el ministro de Petróleo, Bijan Zanganeh, la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC, por sus siglas en inglés), la Compañía Nacional de Buques Petroleros de Irán (NITC, en inglés), entre otros.
El Tesoro acusa, además, a cuatro empresas: Madanipour; Mobin Holding Limited, Oman Fuel Trading Ltd. Mobin Holding Limited y Oman Fuel Trading Ltd, por estar involucradas en la venta de gasolina desde esas entidades iraníes al «régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela».
Como consecuencia de estas sanciones, quedan congelados los activos que estas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe las transacciones financiares como ciudadanos o empresas estadounidenses.
El anuncio de estas sanciones se produce apenas unas semana después de que el director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe, alertase de que Irán y Rusia han obtenido información de votantes estadounidenses y tratando de interferir en los comicios.
«Queremos alertar a la población de que hemos identificado que dos actores extranjeros, Irán y Rusia, han tomado acciones específicas para influir en la opinión pública en relación con nuestras elecciones», dijo Ratcliffe en una comparecencia del FBI la pasada semana.
Según el director de la Inteligencia Nacional, tanto Rusia como Irán han accedido a datos de votantes estadounidenses, y Teherán ya ha podido usar esos datos para perjudicar al presidente Trump.
Los Gobiernos de Irán y Rusia negaron, por su parte, estar detrás de estas maniobras para interferir en los comicios del próximo 3 de noviembre.