Washington, 12 julio.- El Departamento de Estado de EE.UU. insistió este lunes en sus acusaciones de genocidio en la región de Xinjiang en China por la represión de la minoría uigur, a la vez que advirtió de los crecientes riesgos en Etiopía y Birmania.
En su reporte anual al Congreso para la prevención de genocidio, el departamento destacó que la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, «defenderá y protegerá los derechos humanos en todo el mundo».
«La prevención de atrocidades es un interés de seguridad nacional y una responsabilidad moral clave», señaló.
Respecto a China, recalcó que su Gobierno «está cometiendo genocidio y crímenes contra la humanidad contra los uigures y miembros de otras minorías étnicas y religiosas».
Entre los crímenes perpetrados por las autoridades chinas citó «torturas, persecución y esterilización forzosa».
El informe subraya, asimismo, el riesgo de genocidio en Birmania, por lo que EE.UU. asegura que trabaja junto con los aliados internacionales para que «la junta militar devuelva el poder al gobierno democráticamente elegido y detenga los asesinatos brutales, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias contra opositores».
El Gobierno estadounidense ha impuesto diversas rondas de sanciones económicas y diplomáticas tanto a China como a Birmania en respuesta a estas actuaciones.
También recuerda que en marzo de este año, el secretario de Estado, Antony Blinken, informó que se habían cometido actos de limpieza étnica en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, y advierte del riesgo de hambruna en medio del conflicto bélico en esa zona.