Ejército advierte a funcionarios del CTI que las AGC o Clan del Golfo pusieron precio a sus cabezas

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En un oficio fechado el 19 de octubre de 2018 y firmado por el teniente coronel Carlos Eduardo Luque Ochoa, comandante del Batallón de Infantería Aerotransportado N. 31 Rifles, con sede en el municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño, el Ejército Nacional advierte a funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía General de la Nación, que el grupo armado organizado, GAO, Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, conocido también como Clan del Golfo “ha puesto precio no solo a la cabeza de integrantes del Batallón Rifles, sino también de funcionarios del CTI – Caucasia”.

En el escrito, dirigido al CTI seccional Bajo Cauca, con sede en Caucasia, Antioquia, la institución castrense señala que la información fue suministrada por fuente humana y advierte sobre “la intención del desarrollo de posibles acciones terroristas en contra de funcionarios de esa unidad investigativa por parte de integrantes de la subestructura del Clan del Golfo que delinque en la jurisdicción del Batallón Rifles, específicamente la subestructura Francisco José Morelo Peñate”.

Hombres leales a Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, jefe máximo de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, o Clan del Golfo, como las denomina el Gobierno, conformaron el frente Francisco José Morelo Peñate, que era el nombre de pila de alias el Negro Sarley, quien murió el 23 de abril de 2013 en Turbo y era ampliamente conocido en el norte de Urabá. Esa estructura, por decisión de alias Otoniel, se encuentra en el Bajo Cauca disputando territorios con el Eln y los Caparrapos, una disidencia de las AGC.

Debido a los golpes que el Ejército Nacional, con la colaboración del CTI de la Fiscalía, le ha propinado a esta estructura en los últimos días, logrando la muerte en desarrollo de operaciones militares (MDOM) de algunos de sus integrantes en los municipios de Nechí, Bagre y Zaragoza, sus hombres han declarado objetivo militar tanto a los funcionarios del CTI como a los soldados del Batallón Rifles.

Por esta razón, el comando del Batallón Rifles puso en alerta a sus unidades, les ordenó “extremar las medidas de seguridad” y realizar permanentes coordinaciones “para los movimientos que sean considerados riesgosos”.

Asimismo, indicó a inteligencia militar confirmar y desvirtuar esta información, “toda vez que se obtiene por fuente humana y su evaluación no es 100% confiable”.