La población del corregimiento de San José de Apartadó, municipio de Apartadó, Antioquia, está siendo vulnerada y victimizada, nuevamente, por los actores armados de la guerra que hacen presencia en el sector.
No obstante, los principales hostigamientos de los que la población es víctima, vienen de parte de la fuerza pública, especialmente de algunos miembros que hacen parte de la Brigada XVII de Ejército, recordada por haber sido dirigida por Rito Alejo de Río, su comandante en los años 90, y hoy reo por sus vínculos comprobados con el paramilitarismo.
Los miembros de la Asociación Campesina de San José de Apartadó (Acasa), en su último informe semestral, hecho público a finales de 2015, denunciaron que la población de este corregimiento le fueron vulnerados sus derechos humanos en 180 ocasiones registradas, lo que equivale, en promedio, a recibir un 2 agresiones por día. Además, también denunciaron el desplazamiento casi entero de la vereda La esperanza, en el que 47 familias se vieron obligados a abandonar sus hogares y la muertes de 4 civiles.
Las agresiones aumentaron debido a las denuncias que legalmente instwparon algunos líderes de la comunidad, debido a que el corregimiento cuenta con dos bases militares a pocos metros del casco urbano. Este factor vulnera los derechos humanos de la población puesto a que los deja a merced de cualquier combate que se presente en el sector ya que las Farc también hacen presencia en el sector, lo cual ocurrió en junio de 2015 cuando se presentó un enfrentamiento entre el Ejército y esta guerrilla, dejando como resultado una civil herida.
Las denuncias de la población obligaron a la reubicación de la base, y en lugar de salvaguardar la población con estas medidas, los hostigamientos que vinieron fueron peores: En diciembre de 2015, los líderes que encabezaron la denuncia, Arley Cartagena y Lwpa Cataño, fueron capturados en una operación que la fuerza pública denominó Serranía; y en enero de este año dos integrantes de Acasa y el líder Juan Bautista Celada también fueron detenidos. E incluso, en febrero se capturó al presidente de una Junta de Acción Comunal del corregimiento, lo que para la Acasa evidencia una clara persecución política.
“A partir de esas denuncias que hemos instwpado ante las instituciones del Estado, se han venido una serie de persecuciones políticas contra líderes defensores de derechos humanos”, afirmó Óscar Zapata, vocero de Acasa.
Operación Agamenón
A la problemática, se suma el aumento paramilitar en la región, en el que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), a las que también denominan Urabeños o Clan Usuga, desde el 2012 vienen hostigando a la población. Con el supuesto fin de combatirlas, el gobierno nacional inició la operación Agamenón en la región Urabá pero está no ha tenido ningún resultado contundente y, por el contrario, sólo ha llevado al repliegue estratégico de las AGC hacia la parte rural del corregimiento San José de Apartadó, lo que ha empeorado las agresiones contra una población que siempre ha sido estigmatizada como simpatizante de la subversión armada, razón por la cual ha sido víctima en años pasados de asesinatos y masacres.
La operación Agamenón, al parecer, sólo está empujando al paramilitarismo hacia el sector donde habita la población civil y le está abriendo camino. Esto sin dejar de lado que cada vez controlan más el golfo de Urabá y encierran, cada vez más a la población a través de la persecución física y política.
Los líderes detenidos, de hecho, están siendo procesados por rebelión, narcotráfico y terrorismo, líderes que son tradicionalmente conocidos por su trabajo social campesino. Situación delicada si se toma en cuenta que estamos en tiempo de posacuerdo. Los rumores de la región es que la fuerza pública amedrenta con poseer 50 órdenes de captura hacia habitantes del sector, 20 de ellas son reales: “en el proceso pudimos ver que hay pendientes otras 20 órdenes de captura contra campesinos, en su mayoría líderes comunitarios pertenecientes a la asociación campesina de San José de Apartadó”, aseguró José René Jaramillo, abogado de Acasa, que defiende a los líderes ya capturados.
Así está San José de Apartadó, tierra vacía de protección estatal, pero llena de coltán, petróleo, carbón y otros minerales. Esta es la historia de una población perseguida por las fuerzas del Estado, al parecer por estar ubicada en el lugar equivocado.
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