Río de Janeiro, 19 octubre.- El 72 % del área de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, comprendida por 96 barrios en los que viven 3,8 millones de personas, es controlada por grupos criminales, entre narcotraficantes y milicias (bandas parapoliciales), según un estudio divulgado este lunes por organizaciones no gubernamentales.
De acuerdo con el llamado «Mapa de los Grupos Armados de Río de Janeiro», las milicias, integradas por expolicías y que nacieron hace unos 20 años para combatir a los narcotraficantes, ya dominan el 57,5 % del territorio urbano en la segunda mayor ciudad brasileña.
El dominio en otro 15,4 % del territorio se lo reparten las tres mayores organizaciones de narcotraficantes que operan en Río de Janeiro: el Comando Vermelho (Rojo), con el 11,4 %; el Tercer Comando (3,7 %) y la facción Amigos de los Amigos (0,3 %).
Según el estudio, un 25,2 % del área urbana en Río de Janeiro está en disputa entre las diferentes organizaciones criminales, lo que lo convierte en escenario constante de enfrentamientos armados, y sólo un 1,9 % está libre del dominio de grupos armados ilegales.
Los enfrentamientos armados entre las bandas de narcotraficantes que controlan las favelas, las milicias que las combaten y la propia Policía son habituales en Río de Janeiro y han convertido a esta ciudad en una de las más peligrosas de Brasil.
Los 41 barrios dominados por las milicias, la cuarta parte de los de la ciudad (161), se extienden por 686,7 kilómetros cuadrados, lo que representa más de la mitad de los casi 1.200 kilómetros cuadrados del municipio de Río de Janeiro.
En las áreas controladas por las milicias viven cerca de 2,2 millones de personas, es decir el 33,1 % de los 6,74 millones habitantes de la ciudad.
El área dominada por los narcotraficantes, por su parte, es de cerca de 185 kilómetros cuadrados en 44 barrios (25 % del total), en los que viven 1,6 millones de personas.
El mapa de los grupos criminales en Río de Janeiro fue elaborado por investigadores del Grupo de Estudios sobre Grupos Ilegales de la Universidad Federal Fluminense (UFF) y del Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de Sao Paulo (USP) en colaboración con organizaciones no gubernamentales como Fuego Cruzado y la plataforma digital Pista News.
Para elaborar el mapa, los investigadores analizaron 37.883 relatos de ciudadanos sobre presencia de grupos criminales hechas en 2019 a una central telefónica creada por las autoridades para recibir todo tipo de denuncias criminales.
Los responsables por el estudio destacaron el rápido crecimiento de la presencia de las milicias, que por primera vez superan en dominio territorial a bandas de narcotraficantes existentes desde la década de 1980.
Las milicias, integrada por expolicías y por policías corruptos, nacieron para hacerle frente a las bandas de narcotraficantes e inicialmente se limitaban a cobrar tasas de seguridad, pero rápidamente ser convirtieron en grupos organizados que cobran tasas ilegales por servicios básicos como el transporte en furgonetas, la distribución de gas en pipetas y la televisión por suscripción.
«Uno de los motivos que hizo con que las milicias crecieran rápidamente fue precisamente la diversificación de los mercados legales e ilegales sobre los que cobran tasas, que incluyen gas, luz, construcción ilegal, robo, televisión por suscripción y hasta tráfico de drogas», explicó Daniel Hirata, investigador de la UFF y uno de los responsables por el estudio.
EFE