Washington, 3 mar – Las negociaciones sobre la propuesta de estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares para frenar la crisis desatada por la pandemia llegaron este miércoles al Senado de Estados Unidos, mientras el presidente Joe Biden se mostró «satisfecho con los progresos» para lograr el objetivo de su aprobación definitiva para mediados de marzo.
«(El presidente Biden) está satisfecho con el progreso. Está cómodo con dónde se encuentran las negociaciones», afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
La medida más llamativa del rescate propuesto por Biden, ya aprobado por la Cámara de Representantes, son los nuevos pagos directos de 1.400 dólares a los contribuyentes.
La comparecencia de Psaki se produjo poco después de que se conociese que los demócratas habían aceptado rebajar a 80.000 dólares anuales por persona, o 160.000 por pareja; de los 100.000 y 200.000, respectivamente iniciales, el umbral de renta a partir de la cual no se tendrá acceso a estas transferencias directas.
Esta rebaja era una exigencia de los senadores demócratas más moderados, que habían planteado sus dudas y consideraban importante reducir el desembolso total del paquete.
Además, el plan incluye un rescate de 350.000 millones de dólares para Gobiernos locales y estatales; 20.000 millones de dólares para un plan nacional de vacunación y otros 50.000 para el sistema de test.
FECHA OBJETIVO EL 14 DE MARZO
También amplía hasta agosto las ayudas al desempleo, de 400 dólares semanales, ya que los actuales fondos expiran el 14 de marzo, fecha límite que se han marcado tanto la Casa Blanca como los demócratas en ambas cámaras para tener el proyecto finalizado.
«Tendremos los votos que necesitamos para aprobar la legislación», dijo este martes el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, al anunciar que el debate arrancaría este miércoles.
Los demócratas, no obstante, cuentan con una exigua mayoría en la cámara alta, de 51 frente a 50, dado que la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, vota en caso de empate.
Por ello, no pueden permitirse perder ni un solo respaldo, y este martes el presidente Joe Biden insistió a los senadores de su partido en que es imperativo mantener la unidad.
Schumer rechazó las acusaciones de los republicanos de que el paquete de estímulo es «una lista de deseos progresista»
«Esta es una lista de deseo de los estadounidenses. Cuando la gente necesita cheques para ayudarles a salir del embrollo, eso no es progresista -afirmó-. Eso es lo que quiere el pueblo estadounidense».
REPUBLICANOS, OPOSICIÓN FRONTAL
El líder de la minoría republicana en el Seando, Mitch McConnell, ya ha prometido luchar todo lo posible contra la propuesta demócrata ya que es «excesivamente costosa» y en gran medida «plantea cuestiones no relacionadas» con el problema de la pandemia.
Los conservadores consideran que es demasiado pronto para aprobar un nuevo plan de estímulo, dado que se están desembolsando los fondos del previo, aprobado en diciembre.
Uno de los principales puntos de fricción en el seno de los demócratas ha sido la inclusión en el proyecto de ley de una subida del salario mínimo federal de los actuales 7,25 dólares la hora a 15 dólares la hora, exigida por el ala más progresista del partido.
Sin embargo, los servicios jurídicos del Senado han informado a los demócratas de que no pueden aprobar la subida con una mayoría simple de 51 votos, tal y como pretendían, sino que necesitan 60, una cifra improbable de alcanzar.
Aunque parece probable que la medida salga adelante, gracias a la mayoría demócrata en ambas cámaras, necesitará ciertas modificaciones y posiblemente el monto final inferior de los 1,9 billones.
De ser finalmente aprobado, el rescate impulsado por Biden se uniría al de 900.000 millones de dólares que el Congreso impulsó en diciembre y al de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia de Estados Unidos, en marzo pasado, bajo la presidencia del republicano Donald Trump.