Lima, 17 febrero.- El Arzobispo de Lima, Carlos Castillo, afirmó que está «entristecido e indignado» tras conocer que el Nuncio Apostólico en Perú, Nicola Girasoli, fue una de las 487 personas que se vacunó en secreto contra la covid-19 con dosis del laboratorio chino Sinopharm.
«Estamos entristecidos e indignados porque es una persona tan buena y cercana a nosotros. Él se ha vacunado por motivos que él tiene que explicar, me parece que su explicación hasta ahora no es suficiente», aseguró Castillo en la emisora RPP Noticias.
El arzobispo limeño sostuvo que saber que Girasoli figura en la lista de vacunados le «duele de sobremanera» y enfatizó que los miembros de la Iglesia católica deben «también superar la indiferencia hacia los problemas de la gente».
Girasoli apareció en la lista del caso conocido como «Vacunagate», que motivó despidos de funcionarios e investigaciones del Congreso y la Fiscalía, junto con el expresidente Martín Vizcarra y las exministras de Exteriores y de Salud Elizabeth Astete y Pilar Mazzetti, respectivamente.
La mayoría de las vacunas fueron aplicadas, con el permiso respectivo, a los miembros del equipo que realizó los ensayos clínicos de Sinopharm en el país, en los que participaron 12.000 voluntarios, pero también hubo un grupo de políticos, funcionarios, sus familiares e «invitados» que recibieron las dosis en secreto.
LA EXPLICACIÓN DEL NUNCIO
Tras publicarse este martes ese listado, Girasoli emitió un comunicado en el que aseguró que recibió la vacuna porque fue parte de los ensayos clínicos del laboratorio chino Sinopharm en el país como «consultor en temas éticos».
«A través de mi médico personal he sido convocado como consultor de la prestigiosa Universidad Cayetano Heredia en temas éticos sobre este proceso y a motivo de mi condición de convaleciente por las consecuencias que todavía tengo de la covid-19», sostuvo.
Girasoli, quien aparece en las listas que recibió las dos dosis el 21 enero y el 11 febrero pasado, aseguró que se contagió de la covid-19 en abril del año pasado y tuvo «síntomas severos», tras lo cual logró recuperarse un mes después.
RECHAZO Y PEDIDO DE EXPLICACIONES
A pesar de este pronunciamiento, Castillo aseguró que le envió un mensaje al Nuncio, quien llegó al país en 2017, expresándole que rechaza su accionar y espera que dé explicaciones más detalladas.
«Le he dicho que esto es grave. Estos signos de privilegios son las cosas que la gente critica de la Iglesia», remarcó.
El arzobispo dijo que los representantes de la Iglesia católica tienen «que ser la esperanza» para sus feligreses y aunque reconoció que todos pueden «caer en errores», siempre deben «tener cuidado» en lo que hacen.