Fráncfort (Alemania), 10 diciembre.– El Banco Central Europeo (BCE) incrementará los estímulos monetarios más de lo que se esperaba porque prevé que la pandemia afecte la economía más tiempo del que se creía, y quiere garantizar que todos los países se financian a bajos tipos de interés y que los bancos den préstamos a las empresas.
El Consejo de Gobierno del BCE ha decidido este jueves que comprará deuda pública y privada de la zona del euro por valor de 1,85 billones de euros hasta final de marzo de 2022.
La entidad ha incrementado el volumen de compras de bonos en 500.000 millones de euros y prolonga las compras durante nueve meses más.
El Consejo de Gobierno ha decidido asimismo seguir reinvirtiendo el principal de los bonos adquiridos por la pandemia que vayan venciendo al menos hasta el final de 2023.
Como se esperaba, ha mantenido el tipo de interés de las operaciones principales de financiación, las subastas semanales, en el mínimo histórico del 0 % y los tipos de interés de la facilidad de depósito en el -0,50 %, respectivamente.
Y va a seguir inyectando liquidez muy barata a los bancos para que presten a las empresas y hogares hasta junio de 2022.
El BCE va a ampliar hasta junio de 2022 la duración de la flexibilización de los criterios de admisión de activos de garantía que adoptó en abril de 2020 para asegurar que todos lo bancos de todos los países pueden obtener liquidez barata.
Con estas medidas el BCE quiere asegurar «unas condiciones de financiación favorables durante la pandemia», para apoyar el crédito a todos los sectores de la economía.
El BCE hizo hincapié en que «la incertidumbre sigue siendo elevada, también en lo referido a la evolución de la pandemia y las fechas de distribución de las vacunas».
El BCE prevé ahora una contracción económica de la zona del euro menor este año, del 7,3 %, frente al 8 % que había pronosticado en septiembre, pero ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento para el 2021.
Lagarde ha dicho que los datos disponibles y las nuevas proyecciones macroeconómicas del BCE muestran que la pandemia tendrá un impacto en la economía de la zona del euro más prolongado de lo que se esperaba antes.
La presidenta del BCE se mostró optimista respecto a las vacunas, pero considera que la inmunidad de grupo no se logrará hasta finales de 2021, y el BCE se quiere asegurar de que los tipos de interés siguen bajos y otras condiciones de los préstamos siguen siendo favorables.
El BCE prevé un crecimiento del 3,9 % en 2021 (+5 % previsto en septiembre), del 4,2 % en 2022 (+3,2 %) y del 2,1 % en 2023.
También pronostica una inflación del 0,2 % en 2020 (0,3 % pronosticado en septiembre), del 1 % en 2021 (1 %), del 1,1 % en 2022 (1,3 %) y del 1,4 % en 2023.
La presidenta del BCE dijo que aunque el repunte de «la actividad económica en el tercer trimestre fue más fuerte de lo esperado y las perspectivas de las vacunas son alentadoras, la pandemia continua posando riesgos serios para la salud pública y para la economía de la zona del euro y global».
«La reaparición de casos de COVID-19 y las medidas de contención asociadas restringen significativamente la actividad económica del área euro, que se va a contraer en el cuarto trimestre de 2020», pero en menor medida que en el segundo, dijo Lagarde.
La economía de los países que comparten el euro se contrajo mucho en la primera mitad de 2020 y rebotó un 12,5 % en el tercero, aunque se encuentra en niveles muy por debajo del nivel anterior a la pandemia.
«La segunda ola de la pandemia y la intensificación de las medidas de contención asociadas observadas desde mediados de octubre resultarán en una caída significativa en la actividad en el cuarto trimestre», según Lagarde.