«El Cártel Chilango» o la narcorealidad que golpea a la Ciudad de México

FECHA:

México, 25 enero.- Sin los reflectores de carteles como Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa, del Golfo, del Noreste o Los Zetas, el de La Unión Tepito se ha situado en plena Ciudad de México entre las principales organizaciones criminales del país, y lo ha hecho a plena luz golpeando el corazón de la capital.

Bajo la hipótesis de que La Unión Tepito «no es un grupo delictivo, ni una banda o pandilla, sino un cartel», el periodista mexicano Antonio Nieto, especializado en temas de seguridad, enfocó el libro «El Cártel Chilango. Origen, poder y saña de La Unión Tepito» (Grijalbo, 2020).

«Desde la vieja concepción de que cartel es aquella organización que distribuye droga a Estados Unidos, tiene un orden jerárquico, un nivel de organización complejo y con cabezas visibles, La Unión lo es», explicó Nieto en entrevista con Efe.

Durante su investigación, Nieto confirmó que La Unión «cumplía con estos requisitos, pero la propia Unión y su desarrollo como organización criminal obliga a replantearse lo que es un cartel».

Explicó que actualmente los carteles «no necesariamente tiene una cabeza y se expanden en varias entidades, e internacionalmente, sino que se han atomizado como el Cartel de Jalisco Nueva Generación que también opera a través de células».

DE Y PARA CIUDAD DE MÉXICO

Nieto, nacido en Guadalajara en 1984, destacó que La Unión Tepito «no surge de otro grupo criminal, no es una escisión de un cartel» como ha pasado en otros casos donde diferentes grupos son fracciones o fragmentaciones del grupo más grande.

«La Unión Tepito es un grupo criminal hecho en Ciudad de México para la propia capital, aunque en los últimos años, debido a su poder y al nivel de violencia, se ha expandido a otras zonas como Veracruz, Cancún, Puebla y Estado de México», apuntó Nieto.

Desde 2009, Nieto recopiló notas y documentos confidenciales, testimonios de víctimas y entrevistas con exmiembros del cartel y tuvo acceso al contenido de teléfonos celulares de sus integrantes hasta comprender el poder que esta organización ha desplegado en la capital mexicana.

SU INCURSIÓN EN LA JUNGLA

Para escribir el libro, el reportero llevó a cabo una investigación encubierta y aunque tuvo que «cambiar un poco su personalidad».

Para meterse en el popular barrio de Tepito, Nieto cambió su forma de vestir, de hablar, adoptó el acento chilango (de un hablar medio cantado), además modificó su lenguaje y hasta la música que escuchaba, un proceso de varios años.

«Tanto así que ahora estoy batallando por recuperar mi antigua personalidad», contó Nieto, quien gracias a amigos y fuentes de información se sumergió en el llamado Barrio Bravo.

Para Nieto, en el barrio «hay de todo» y muchas personas se mueven como en el filo de una navaja «caminan entre que lo ilegal o tienen un familiar en esa situación, además son víctimas directas o indirectas de la violencia y si no son partícipes de esa violencia, son solapadores de la misma».

Aunque esa inmersión de Nieto ha sido difícil, sus visitas a la zona también le ha reportado otra visión, la de la gente que trabaja.

«Hay personas que viven toda su vida ‘por la derecha’ pero que no pueden evitar ser tocados por la criminalidad» en un barrio histórico y con una riqueza cultural única.

LA NEGACIÓN

Nieto explica que la estructura de la organización, fundada en 2010, y con un acumulado de delitos como tráfico de drogas, lavado de dinero, extorsión, secuestro y asesinatos, «es parte de lo que se ve en el país: una descomposición social y un gobierno corrupto como el que hemos vivido durante décadas»

El reportero señaló que durante las administraciones de Marcelo Ebrard, actual canciller mexicano, y Miguel Ángel Mancera, ahora diputado, en el Gobierno de la capital se cometió «el grave error de reducir a la Unión Tepito y otros grupos criminales como simples pandillas».

Entonces el encumbramiento de la Unión Tepito se dio a la par de «esa política reduccionista, de negación. Por eso ahora estamos viviendo esta narcorealidad porque las cabezas políticas estaban más interesadas en otros asuntos que enfrentar a este grupo y enfrentarlo como lo que es, un cartel», dijo.

Nieto, quien anteriormente escribió el libro «Narco CDMX: El monstruo que nadie quiere (Grijalbo, 2019), junto a Sandra Romandía y David Fuentes, cree que dada la fuerza y poder que ha adquirido La Unión Tepito en la capital «es tan difícil de combatir como los otros cárteles en el país».

«A pesar de que cayó su líder principal, José Alberto Maldonado López, «El Betito», la organización está bien coordinada y establecida, y alcanza todas las esferas sociales, políticas y criminales en la Ciudad de México, y en otros estados, por lo que resulta difícil que se pueda arrancar de tajo esa hierba mala», finalizó.

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