Bogotá, 10 de febrero de 2022.- La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia recibió este jueves dos informes que recogen cómo «las personas LGBT han sufrido los impactos del conflicto armado de manera desproporcionada» y pruebas sobre el reclutamiento forzado de menores para que se tengan en cuenta en sus casos de justicia transicional.
Caribe Diverso entregó a este órgano, que se encarga de juzgar crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado colombiano, dos informes sobre violencias contra personas LGBT en el marco de la confrontación, con los que esta ONG ya ha entregado diez informes que constituyen evidencias en los casos que la JEP estudia.
«Esperamos que esta información sistemática que narra historias y hechos victimizantes de persecución que recibieron las víctimas en razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género den herramientas a la Jurisdicción», explicó el director de esta ONG, Wilson Castañeda.
Así, confían que la JEP «pueda indagar con los comparecientes cuáles fueron las motivaciones para generar esa violencia sistemática contra las personas LGTB», añadió.
CUERPOS PERSEGUIDOS Y RECLUTADOS
El primero de ellos, «Cuerpos perseguidos, territorios en guerra», recoge evidencia sobre cómo las identidades y los cuerpos de personas LGBT fueron utilizadas para obtener ventaja militar y a la vez fueron más expuestos a la violencia, con los patrones de persecución que ya sufren en contextos normales, exacerbados.
«En el informe se describen crímenes de lesa humanidad de persecución por prejuicios» contra las personas LGBT, detalló Caribe Diverso, y también «patrones de conductas basados en prejuicios relacionados con la diversidad sexual y de género por parte de las FARC y grupos paramilitares en connivencia con la fuerza pública».
«Estos no fueron delitos por casualidad o de violencias espontáneas, sino que fueron violencias sistemáticas» porque se produjeron a la vez en muchas partes del país, explicó el investigador de Caribe Diversa Alfredo Bulamp.
El segundo informe, «A nadie le deseo lo que yo viví», muestra tres ejemplos específicos de personas LGBT que fueron reclutadas siendo menores en los departamentos de Atlántico, Cesar y Caquetá y otras dos que estuvieron a punto de serlo.
A pesar de que los menores no eran reclutados por su orientación sexual o expresión de género, al entrar en las filas sí sufrieron violencias diferenciadas y una forma de tortura concreta como es el tener que ocultar su orientación o expresión sexual y de género.
«Estos hechos se encuentran enmarcados en otros patrones de criminalidad que afectaron de manera diferenciada y sistemática a las personas LGBT en todo el territorio nacional», asegura el informe.
A su vez, incide en que «las FARC también cometieron violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes con OSIGEG (orientación sexual, identidad y expresión de género) diversas, por su gran impacto en la ‘corrección’, ‘sanción’ y ‘sexualización’ de sus cuerpos».
Con los informes esperan que se garanticen medidas de reparación con el colectivo y las víctimas que «hagan que Colombia sea un mejor país para las personas LGBT y que este recrudecimiento de violencia que estamos viendo en las últimas semanas (…) sean un llamado de atención», subrayó Castañeda.
EFE