Tegucigalpa, 17 mar – Las autoridades electorales de Honduras continúan este miércoles el recuento de votos de las elecciones primarias que celebraron el domingo tres partidos políticos, en medio de una oleada de críticas por la demora en la divulgación de los resultados.
«Confirmamos que el conteo de actas de las #Elecciones Primarias 2021 sigue avanzando sin contratiempos», indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras en Twitter.
Agrega el mensaje: «A este momento, el 30 % de las maletas de (los departamentos de) Comayagua, Francisco Morazán y Santa Bárbara se encuentran descargadas».
Uno de los consejeros del CNE, Kelvin Aguirre, afirmó a periodistas que unas 8.000 actas electorales han sido procesadas, sin precisar cuándo darán a conocer los primeros resultados.
En las elecciones primarias, previas a las generales del 28 de noviembre, participaron el gobernante Partido Nacional; Libertad y Refundación (Libre), primera fuerza de oposición, y Liberal.
La consejera electoral Rixi Moncada indicó a periodistas que la Ley Electoral no impone al ente «ninguna transmisión preliminar de resultados, ni admitir encuestas».
Señaló que la Ley Electoral otorga al CNE hasta 30 días para hacer el escrutinio definitivo de los comicios y dar los resultados oficiales.
INCERTIDUMBRE ANTE DEMORA DE RESULTADOS
La tardanza de los resultados preliminares de los comicios ha creado incertidumbre entre diversos sectores sociales del país centroamericano.
Uno de los tres precandidatos del Partido Liberal, Luis Zelaya, dijo en Twitter que el escrutinio electoral se lleva a cabo «sin presencia» de observadores de ese movimiento y de la sociedad civil.
«Dicen que llevan 4.500 actas ya escrutadas (56 %) en 4 horas, cuando no hicieron absolutamente nada en más de 48 horas. Desconocemos ese conteo», indicó Zelaya, quien, al igual que el aspirante Yani Rosenthal, se proclamó ganador a partir de resultados a boca de urna, lo que el CNE no reconoce como oficiales.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, dijo el martes que es «prohibido» que los dirigentes de partidos políticos participen en la apertura de las maletas y el escaneo de las actas electorales.
El Partido Nacional reclamó en la víspera al CNE «reglas claras y transparentes» en el escrutinio, porque «a ciegas» los entes políticos no pueden avalar el proceso que debe estar «totalmente descontaminado de dudas y desconfianza».
Según las encuestas a boca de urna, el ganador de la candidatura presidencial en el Partido Nacional fue el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, quien compitió contra el titular del Parlamento, Mauricio Oliva.
El Partido Nacional responsabilizó a las autoridades electorales por «las consecuencias de inestabilidad política y social» que pueda registrarse en el país por la demora de los resultados oficiales de los comicios.
En el Partido Libre, cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, la candidatura presidencial la ganó Xiomara Castro, su esposa, según los resultados a boca de urna.
MAYOR OBSERVACIÓN PARA QUE NO HAYA DUDAS
La Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) solicitó al CNE garantizar la observación del conteo de votos y actas de las elecciones, que le costaron al Estado entre 33 y 35 millones de dólares.
Además, que se permita la participación de representantes de los partidos políticos, sociedad civil, observadores internacionales y medios de comunicación, para que «no haya dudas de que los resultados sean la voluntad depositada por los electores en las urnas».
La CCIC indicó en un comunicado que «ve con preocupación» que el CNE «no brinde los resultados» de las elecciones, aunque destaca que apoya que «no se usen mecanismos que anteriormente fueron utilizados y generaron dudas» en el proceso.
El ente electoral debe efectuar procesos que le permitan dar «resultados oportunos y confiables» de los comicios e implementar correcciones para las elecciones generales, añadió la CCIC.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Francisco Herrera, calificó de «inaceptable» la demora del CNE, porque esto «solo genera inestabilidad política y social» en el país, que tiene 9,5 millones de habitantes, la mayoría pobres.