En verano Wuhan puede ser tan caliente, tan asfixiante, que la llaman “la olla de China”. Desconocida hasta hace unas semanas para la gran mayoría, esta es la séptima ciudad más grande de China y la 42 del mundo. Si existe un rasgo que pueda caracterizarla es su sobrepoblación. Es un punto estratégico nacional por su ubicación: un corredor que une a las tres grandes provincias del gigante asiático: Wuchang, Hanyang y Hankou. Su importancia estratégica y económica, la volvieron una ciudad con un gran movimiento de tráfico internacional: nada más en el 2016 su aeropuerto transportó a 20 millones de personas a urbes como París o Nueva York.
Unas semanas después de declararse la emergencia Wuhan es una zona de guerra. Las estaciones de transporte están completamente cerradas. La totalidad de los vuelos a esa ciudad están cancelados. Los alimentos escasean y ya las autoridades recomiendan evitar aglomeraciones públicas. Los hospitales están repletos y ya hay brotes de histeria. En ese lugar se encuentran 14 colombianos atrapados y la embajada, aunque ha estado pendiente todo el tiempo de ellos, anunció que sólo tiene siete cupos para sacarlos del lugar. La evacuación se realizaría este 5 de febrero, fecha que coincide con el traslado programado por los gobiernos de El Salvador y Costa Rica. Pero solo se disponen de siete cupos con lo cual la embajada en cabeza de Luis Diego Monsalve decidió hacer una rifa para definir los pasajeros para ocupar los siete cupos disponibles. El pasaje es hasta Changsha, la ciudad de donde saldrán para una zona en Centroamérica donde harán su respectiva cuarentena, salida que tiene un costo de $7 millones por persona.
Hernando Mahecha es uno de los 14 colombianos enfrentados a esta inesperada y difícil situación. Los más de USD 2.000 dólares que deberán pagar los colombianos son por los 15 días que estarán en cuarentena en Chansha y están discriminados de esta forma: 75 por noche de hotel, 355 transporte terrestre, y 50 dólares diarios de alimentación. Hernando Mahecha está casado con una china y tiene tres hijos. No cuenta con el dinero para desplazarse y está pidiendo ayuda al gobierno Duque.
Ninguno de ellos, hasta ahora, presenta los síntomas. No solían visitar el extravagante mercado de Wuhan lugar donde se cree reventó el virus y se expandió. En este lugar los chinos pueden conseguir para su consumo animales tan exóticos como cocodrilos, camellos, burros, avestruces, murciélagos, cachorros de lobos, pavos reales y hasta serpientes venenosas.
Se han construido en tiempo récord seis hospitales para tratarla, que no dan abasto. Este viernes 31 de octubre ya se reportan 9.262 casos confirmados de personas contagiadas del coronavirus y 200 personas fallecidas. Las horas corren mientras los catorce colombianos encuentran la ruta para ponerle distancia física a la epidemia declarada por la Organización Internacional para la Migraciones OIM como amenaza internacional.
Tomado de Las2Orillas