Veracruz (México), 18 de noviembre de 2024.- El Ejército mexicano arrebató, en el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), un total de 28.159 armas de fuego ilegales a los grupos criminales, según datos oficiales obtenidos por EFE vía transparencia, aunque al país ingresan 200.000 al año.
Las armas incautadas servirían para dotar a todas las Fuerzas Armadas de El Salvador, pero se quedan cortas ante las cientos de miles que ingresan de forma ilegal desde Estados Unidos cada año, según ha expuesto el Gobierno de México.
“Cada año son transportadas de manera ilegal más de 200.000 armas, a diario unas 600 entran ilegalmente de Estados Unidos a México y esta dinámica tiene que ver con la brecha entre lo legal y lo ilegal, entre un mercado de armas libérrimo como el de Estados Unidos y uno muy restrictivo como el de México”, alertó el investigador Carlos Pérez Ricart en una entrevista con EFE.
De acuerdo con informes oficiales, obtenidos por EFE con una solicitud de transparencia, en el Gobierno de López Obrador, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2024, los agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) mantuvieron un promedio anual de entre 3.000 y casi 6.000 armas aseguradas.
Se trató de ametralladoras, subametralladoras, carabinas, escopetas, pistolas, pistolas ametralladoras, revólveres, hasta fusiles, subfusiles, lanzacohetes, lanzagranadas y rifles que estaban en manos de los cárteles de la droga.
Entre armas y narcotráfico
El Gobierno de López Obrador fue uno de los sexenios más violentos de México, con casi 160.000 homicidios, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), aunque la cifra supera los 190.000 con base en el autónomo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El último reporte de la Administración de Drogas de Estados Unidos (DEA) identificó la operación de al menos nueve organizaciones del narcotráfico: Cártel de Sinaloa, Los Zetas, Tijuana, Juárez, Beltrán Leyva, Golfo, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En los seis años de la administración de López Obrador se sumaron 28.159 armas de fuego ilegales aseguradas por las Fuerzas Armadas, aunque el entonces presidente, en su último informe en septiembre, reportó la confiscación de 52.939 armas «que han entrado de contrabando, principalmente procedente de Estados Unidos».
Las cifras oficiales de la Defensa en los documentos obtenidos por EFE muestran que, en 2019, incautaron 4.992 armas en distintos operativos; en 2020, 4.145; en 2021 bajó a 3.882; en 2022 aumentó a 5.749; en 2023, 5.696; y, hasta agosto de 2024, sumaron 3.969.
En la lista pormenorizada aparecen 16.551 fusiles (armas de fuego portátiles y largas), 7.143 pistolas, 1.047 escopetas y 885 revólveres, cerca de 887 rifles (arma de fuego larga, individual y portátil), 543 carabinas (un arma de fuego portátil y ligera), 274 ametralladoras, 144 subametralladoras, así como 13 pistolas ametralladoras.
Además, 56 lanzagranadas (un arma portátil para lanzar proyectiles a tanques o carros blindados) y 11 lanzacohetes (un arma antitanque portátil).
Los estados con el mayor número de pertrechos asegurados son regiones donde históricamente hay altos niveles de violencia: Tamaulipas, Sonora, Michoacán, Baja California, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Sinaloa y Chihuahua.
“En la última década, según datos de la Cancillería de México, 2 millones de armas han entrado a México, cerca de 200.000 al año y son cifras muy conservadoras”, explicó Pérez Ricart, especialista en comercio de armas, política de drogas, crimen organizado y seguridad en la relación entre México y Estados Unidos.
Alta violencia
Las organizaciones criminales en México, expuso el investigador, tienen redes encargadas de abastecer de manera cotidiana a los grupos criminales, y en algunos casos se trata de redes familiares y en otros de tejidos más estructurados en Estados Unidos.
“En mi investigación detecté que las armas han sido el vector que ha permitido a las organizaciones criminales diversificar su portafolio criminal y su expansión territorial, son la variable fundamental que explica el porqué de su enorme capacidad para llegar a todo tipo de delitos y a todo el país», afirmó.
El experto, quien escribe un libro sobre el comercio de armas entre México y Estados Unidos que se publicará en el primer semestre de 2025, recordó que el 70 % de asesinatos que ocurren en México se cometen por arma de fuego, cuando hace dos décadas, solo era una tercera parte.
“Es el problema más grande que tiene el país para detener las dinámicas de violencia”, advirtió.
EFE