Redacción deportes, 29 septiembre.– El Ferencvaros húngaro puso fin a veinticinco años de espera y volverá a disputar la fase de grupos de la Liga de Campeones, tras certificar este martes su presencia pese a igualar 0-0 en casa con el Molde noruego.
Un empate que hizo valer los tres goles que el conjunto magiar anotó en la ida, donde los del ucraniano Serhiy Rebrov, lograron un valioso empate (3-3), en choque en el que tras adelantarse por 0-2, el Ferencvaros acabó empatando con un gol de penalti a tres minutos para el final.
Mucho menos movido estuvo el encuentro de vuelta, en el que a los dos conjuntos pareció pesarles en exceso la posibilidad de “colarse” entre los grandes del fútbol continental.
De hecho, los primeros cuarenta y cinco minutos se cerraron sin claras ocasiones de gol ni para el Ferencvaros, ni para el Molde, que se jugaba la posibilidad de volver a la fase de grupos de la Liga de Campeones veintiún años después.
Los temores se fueron disipando con el correr de los minutos, especialmente en el caso del equipo noruego, que, obligado a marcar, comenzó a buscar con cada vez más ahínco la portería del Ferencvaros.
De hecho, el Molde dispuso de un par de buenas ocasiones para marcar el gol que le hubiera otorgado la clasificación, pero ni Erik Hestad, que se encontró con el portero local, ni Ola Brynhildsen, a dos minutos para el final, lograron anotar.
Todo un alivio para el Ferencvaros, que veinticinco años después volverá hacer sonar el himno de la Liga de Campeones en la capital húngara.
Mucho menos ha tenido que esperar el Dinamo de Kiev, que cuatro años después, volverá a disputar la fase de grupos de la máxima competición, al derrotar este martes por 3-0 a un Gante, al que ya se impuso por 1-2 en el encuentro de ida.
De la mano del rumano Mircea Lucescu, todo un clásico de los banquillos continentales, el conjunto ucraniano, no dio la más mínima opción al equipo belga, que nunca pareció en disposición de poder remontar la eliminatoria.
Tal y como quedó claro a los nueve minutos con el gol del centrocampista Vitaly Bulyaskiy, que firmó el 1-0 para los locales al culminar con un bonito remate de espuela un centro de Vladyslav Supriaga.
Esa ventaja no mermó el dominio de un Dinamo de Kiev, que a los 36 minutos dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria con el gol del uruguayo Carlos de Pena, que ya había anotado en la ida, y que firmó el 2-0 desde el punto de penalti.
No tardó mucho, sin embargo, en llegar la sentencia, ya que a los cuatro minutos de la segunda mitad, el Dinamo de Kiev estableció el definitivo 3-0 con un nuevo gol de penalti, que se encargó de transformar el luxemburgués Gerson Rodrigues.
Por su parte, el Olympiacos griego, un habitual en la máxima competición continental, disputará por segundo año consecutivo la fase de grupos de la Liga de Campeones, tras hacer valer el 2-0 de la ida, tras empatar este martes 0-0 en su visita al campo del Omonoia chipriota.
Y eso que el conjunto heleno dispuso de varias claras ocasiones para alterar el marcador, pero unas veces las intervenciones del portero local, el brasileño Fabiano, y otras el desacierto de los delanteros visitantes impidieron que se moviese el 0-0 inicial.
Esa circunstancia no impidió que los de portugués Pedro Martins sellasen el billete para la fase de grupos, en la que el Olympicos participará por vigésima ocasión, la segunda de manera consecutiva.
EFE