El partido izquierdista salvadoreño Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) advirtió este domingo de que el «golpe de Estado» que llevó a renunciar a Evo Morales de la Presidencia de Bolivia es un peligro para la región latinoamericana.
«Nuestra solidaridad con el presidente Evo Morales, con el pueblo y organizaciones sociales que hoy enfrentan un grave retroceso en los procesos democráticos y que representa un peligro para la región», sostuvo la formación opositora.
Añadió que «este golpe no es contra Evo Morales, es contra el dirigente indígena que ha reivindicado las luchas de los pueblos contra el neoliberalismo y el imperialismo que busca apoderarse de los recursos naturales».
El FMLN, que gobernó El Salvador entre 2009 y mayo de 2019, llamó a la comunidad internacional a «pronunciarse contra este tipo de acciones que no contribuyen a la paz mundial» y a «denunciar la injerencia antidemocrática y cómplice» de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, anunciaron la tarde del domingo que renunciaban a sus cargos en un video transmitido por el canal estatal, sin que hasta el momento se hayan hecho públicas las respectivas cartas de dimisión.
También han renunciado los presidentes del Senado, Adriana Salvatierra, y de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, ambos oficialistas, y los siguientes en la línea de sucesión constitucional.
Morales reiteró sus acusaciones contra el expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) y el opositor Luis Fernando Camacho de instar un golpe de Estado para obligarlo a abandonar el poder y les pidió que «no maltraten» a los bolivianos y les «dejen de patear».
«No queremos enfrentamientos», dijo Morales, a la vez que confirmó su renuncia para propiciar la pacificación de Bolivia y que vuelva la paz social.
Bolivia ha estado inmersa en una grave crisis desde el día siguiente de los comicios generales del pasado 20 de octubre por denuncias de fraude electoral en la anunciada victoria de Morales.
Al menos tres personas han muerto y 421 han resultado heridas desde entonces en enfrentamientos ente partidarios y detractores de Evo Morales, según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
EFE.