Toronto (Canadá), 13 jun – El G7 quiere aliviar las tensiones causadas a la economía mundial por la guerra comercial y las políticas proteccionistas de Donald Trump durante la cumbre de líderes del grupo que se celebrará del 15 al 17 de junio en Kananaskis (Canadá) y a la que asistirá el presidente estadounidense.
Además de los siete países del grupo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) y la Unión Europea (UE), también está confirmada la presencia de los líderes de México, Brasil, Ucrania, Australia, India, Corea del Sur y Sudáfrica para participar en algunas de las sesiones.
Altos funcionarios canadienses confirmaron el jueves que aunque la agenda de trabajo se iniciará el lunes 16 de junio, la mayoría de líderes tienen previsto llegar el domingo a la localidad de Kananaskis, en las Montañas Rocosas en el oeste de Canadá, para mantener reuniones bilaterales.
Aunque los organizadores de la cumbre no han desvelado muchos detalles de la agenda de la reunión, se sabe que el lunes el G7 concentrará sus discusiones en la situación de la economía mundial, lo que hará que todos los ojos se centren en Trump.
El presidente estadounidense ha iniciado su segundo mandato con una radical agenda con el objetivo de transformar el comercio internacional por entender que el actual sistema es perjudicial para los intereses estadounidenses.
A principios de abril, al anunciar que impondría aranceles al resto del mundo, Trump declaró: «Durante décadas, nuestro país ha sido saqueado, expoliado, violado y despojado por naciones cercanas y lejanas, tanto amigas como enemigas».
La Casa Blanca añadió que los aranceles «buscan responder a las injusticias del comercio global, devolver la producción al país e impulsar el crecimiento económico para el pueblo estadounidense».
Pero en un informe publicado esta semana, el Banco Mundial vinculó directamente la guerra comercial iniciada por Washington con la desaceleración económica en el resto del mundo.
El informe señaló que «el aumento de las tensiones comerciales y la incertidumbre política harán que el crecimiento mundial de este año se desacelere hasta su nivel más bajo desde 2008, excluyendo periodos explícitos de recesión global», lo que afectará al 70 % de las economías mundiales.
Según la institución, «se prevé que el crecimiento global se ralentice al 2,3 % en 2025, casi medio punto porcentual menos que la tasa que se esperaba al inicio del año».
Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial, explicó que «con el aumento de las barreras comerciales y de la incertidumbre, un diálogo renovado y la cooperación global pueden trazar un camino hacia un futuro más estable y próspero».
Ante este panorama, Canadá ha diseñado la reunión de Kananaskis para intentar estabilizar la situación, minimizar las tensiones y encaminar la cooperación global en la dirección señalada por el Banco Mundial.
Para ello ha incluido en la agenda discusiones sobre crecimiento y resiliencia económicos, en especial en temas como la seguridad energética, los minerales críticos, la inteligencia artificial y la computación cuántica, en los que EE.UU. puede consensuar posiciones con el resto del G7.
Más allá de lo que discutan los líderes en las sesiones de trabajo del G7, los analistas esperan con interés el resultado de las bilaterales que Trump mantendrá con un gran número de líderes, especialmente con los representantes de tres grandes economías mundiales.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha indicado que intentará tener un cara a cara con Trump, reunión en la que México querrá tratar la situación comercial tras los aranceles del 25 % que Washington ha impuesto a productos no incluidos en el tratado T-MEC así como al acero y al aluminio mexicanos.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, querrá discutir con Trump los aranceles del 25 % al acero y aluminio y el 10 % al resto de los productos brasileños. Lula da Silva de momento ha rechazado tomar represalias contra EE. UU. mientras los dos países negocian, pero tampoco las ha descartado.
Y con India, EE. UU. está manteniendo negociaciones para la firma de un acuerdo comercial. Washington, que ha impuesto aranceles del 50 % al acero y al aluminio indios, quiere que Nueva Delhi abra su mercado a los productos agrícolas estadounidenses.
Se sigue con interés también la posibilidad de que el neoyorquino se reúna con los líderes de Japón y Corea del Sur en el marco de la cumbre, ya que, según él, los pactos con estas dos grandes economías exportadoras (a las que Casa Blanca impondrá unos aranceles recíprocos del 24 y 25 % en caso de no haber acuerdo) están muy cerca de completarse.
Julio César Rivas
EFE